En Puerto Rico, el cáncer de pulmón representa el tercer cáncer más diagnosticado en hombres y el quinto en mujeres. El factor de riesgo principal para el desarrollo de esta condición continúa siendo el consumo de nicotina y sus derivados.

Como en el resto del mundo, en Puerto Rico, el pronóstico de estos pacientes ha mejorado con la introducción de nuevas formas de tratamientos. La elección de estas formas de tratamientos es una labor multidisciplinaria incluyendo a oncólogos, cirujanos, radiooncólogos y neumólogos, entre otros.

El primer paso para determinar el mejor tratamiento para un paciente es establecer la etapa o la extensión de la enfermedad. Esto se realiza mediante laboratorio, estudios por imágenes y exploración física.

Cuando hablamos de cáncer de pulmón avanzado, nos referimos a un cáncer de pulmón en el cual tenemos evidencia de propagación de las células cancerosas a ganglios linfáticos o a otras partes del cuerpo, en otras palabras, metastásico. El plan de tratamiento para estos pacientes se debe establecer bajo un equipo multidisciplinario que tome en consideración el tipo de cáncer, el estado físico y de salud del paciente, y las terapias sistémicas dirigidas a tratar la enfermedad. En el caso de las terapias sistémicas, nos referimos a terapias que van dirigidas a todo el cuerpo como son la quimioterapia, la inmunoterapia o una combinación de ambas.

Actualmente, utilizamos distintos tipos de terapias sistémicas para tratar a pacientes de cáncer de pulmón. La activación del sistema inmune del paciente a través de la inmunoterapia ha sido un avance importante en tiempos recientes. Este tipo de terapia es considerada más tolerable en términos de efectos secundarios y aumenta la supervivencia de los pacientes. Los efectos secundarios de esta terapia están mayormente relacionados a la activación del sistema inmune en otros tejidos del cuerpo, aunque ocurren en una minoría de pacientes.

Por otro lado, tenemos las llamadas terapias dirigidas. Se les considera terapias dirigidas a las terapias que actúan sobre genes y proteínas específicas. Estos genes o proteínas intervienen en el crecimiento y la supervivencia de las células cancerosas.

Tanto con la inmunoterapia como en las terapias dirigidas el oncólogo a través de pruebas de laboratorio puede conocer si el paciente posee alguna de estas mutaciones en las células cancerosas para así poder tomar una decisión más asertiva del tratamiento a seguir. proveyendo un beneficio en términos de supervivencia en los pacientes que son candidatos a ellas.

En ocasiones, es inevitable el uso de la quimioterapia. Se considera quimioterapia a medicamentos que producen un efecto citotóxico, lo que significa que puede eliminar células tumorales. La quimioterapia elimina células que crecen velozmente como las células del cáncer, pero se pueden afectar células sanas. Las células normales que pueden ser más propensas a ser afectadas por la quimioterapia son: las células de la médula ósea, los folículos del pelo y las células de la boca tracto digestivo y órganos del sistema reproductor. Existen medidas para evitar o minimizar los efectos secundarios de los pacientes en quimioterapia. El oncólogo puede proveer medicamentos en forma de premedicación para evitar efectos como nausea, vómitos o neutropenia (disminución de los neutrófilos). El paciente pude tomar medidas adicionales para tratar de disminuir estos efectos. Entre ellas se recomienda minimizar los niveles de ansiedad, buena comunicación con su equipo médico y apoyo nutricional, entre otras.

En conclusión, para el tratamiento de cáncer de pulmón existen múltiples opciones de tratamiento hoy en día. Estos tratamientos se utilizan de forma personalizada para proveer al paciente una mejor calidad de vida y beneficio de supervivencia.

El autor es hematólogo-oncólogo, en East Oncology, Legacy Medical Center Suite 22, en Humacao. Para información, llama al 787-266-9151.