Insuficiencia renal: resultado de la diabetes sin controlar
Para evitarla, debes adherirte al tratamiento
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Descuidar el tratamiento para una condición puede llevar a que el paciente desarrolle otra. Esto es lo que sucede con los pacientes con nefropatía diabética, una condición que se define como el daño renal ocasionado por la diabetes.
Hay varios diagnósticos de diabetes, como la tipo 1 y la tipo 2, pero, en términos generales, los pacientes con esta condición deben llevar una alimentación sana, consumir muchas frutas, verduras, grasas saludables y proteínas magras; y menos azúcar y alimentos altos en carbohidratos (como las galletas dulces o saladas y las gaseosas, por nombrar algunos), indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). Hacer ejercicio, tomar tus medicamentos y seguir todas las indicaciones de tu médico resulta indispensable a la hora de evitar que se desarrollen otras condiciones.
Si, por el contrario, los pacientes no cumplen con esas recomendaciones, con el tiempo, establece MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, eso puede causar daños en los riñones. Los riñones son filtros que limpian la sangre. Si están dañados, los desechos y los líquidos se acumulan en la sangre, en lugar de salir del organismo.
Una condición sin síntomas
De acuerdo con los CDC, la enfermedad renal no produce signos ni síntomas en las etapas iniciales, por lo que los pacientes no saben que la tienen hasta que sus médicos hacen las pruebas para detectarla.
Si los resultados muestran que el paciente tiene una enfermedad renal crónica, debe comenzar su tratamiento de inmediato. En una etapa más avanzada, los síntomas pueden incluir hinchazón de pies, tobillos, manos u ojos, confusión o dificultad para concentrarse, falta de aliento, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, picazón constante y fatiga, entre otros.
“Cuando diagnosticamos diabetes, tenemos que evitar que ese paciente llegue a diálisis, haciendo estudios para detectar la condición renal temprano. Controlando la diabetes con medicamentos, podemos evitar los daños en el riñón”, sostuvo el endocrinólogo Jorge De Jesús Miranda.
Algunos de los síntomas que puede presentar la diabetes son: necesidad de orinar, mucha sed, pérdida de peso sin intentarlo, mucha hambre, visión borrosa, hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies, mucho cansancio, piel muy seca, llagas que cicatrizan muy lentamente y más infecciones de lo habitual, enumeran los CDC.
Población más propensa
El doctor De Jesús Miranda mencionó que los pacientes con diabetes tipo 1 que además son hipertensos están en riesgo de desarrollar la enfermedad renal. También los que empiezan a tener albúmina en la orina.
“Puede que el riñón filtre bien, pero si está filtrando albúmina, ese riñón se va a deteriorar, así que hay que estar atentos a la presencia de albúmina”, agregó el galeno.
Cuida tus riñones
Reconociendo que las enfermedades renales afectan grandemente la calidad de vida de los pacientes, pues, muchas veces, pasan varias horas en su tratamiento de diálisis o recuperándose de una operación de trasplante, los CDC hacen las siguientes recomendaciones:
- Mantén la presión arterial debajo de 140/90 mmHg (o en los valores que tu médico establezca).
- Mantente lo más posible dentro de tu rango objetivo de niveles de azúcar en la sangre.
- Procura estar activo. La actividad física ayuda a controlar la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre.
- Baja de peso si tienes sobrepeso.
- Hazte pruebas de los riñones todos los años.
- Si tienes enfermedad renal crónica, consulta con un dietista para crear un plan de alimentación saludable para los riñones.
La enfermedad renal también puede traer otras complicaciones, como: enfermedad cardíaca y vascular (enfermedad cardiovascular), daño a los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética) y anemia, entre otras.
Tratamiento para la nefropatía diabética
Los tratamientos para la nefropatía diabética no pueden curar la enfermedad renal, pero sí retrasarla. Este tratamiento incluye medicamentos para reducir la presión arterial, controlar el azúcar en la sangre y reducir el colesterol. De no cumplir con estas indicaciones, la enfermedad renal crónica puede empeorar con el tiempo y a veces puede conducir a insuficiencia renal. Esto quiere decir que el paciente necesitará diálisis o un trasplante de riñón.
El tratamiento de diálisis, menciona la Clínica Mayo, es una manera de eliminar los productos de desecho y el exceso de líquido de la sangre. Los dos tipos principales de diálisis son la hemodiálisis y la diálisis peritoneal. En el primer método, el más común, es posible que el paciente necesite ir a un centro de diálisis y conectarse a una máquina de riñón artificial unas tres veces a la semana, o que un cuidador capacitado haga la diálisis en casa. Cada sesión dura de tres a cinco horas. El segundo método también se puede hacer en casa.
Para evitar la diálisis, a veces, la mejor opción es un trasplante de riñón o un trasplante de riñón y páncreas. En caso de que el paciente decida no someterse a ninguno de los dos tratamientos, la expectativa de vida generalmente sería de solo unos pocos meses.
Por todo lo anterior, antes de llegar a un diagnóstico de nefropatía diabética, lo más importante es prevenir la diabetes, recomendó el especialista.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.