Muchas enfermedades causan complicaciones que intervienen con el curso de medicamentos y tratamientos para que resulten en alivio para los pacientes. La artritis reumatoide es una condición que puede llegar a confundirse con otras.

“Hay distintas condiciones que tienen características de otras enfermedades que se pueden confundir con artritis reumatoide: la artritis psoriásica, el lupus sistémico, la gota y la miositis o artritis causadas por virus como: parvovirus 10, chikungunya y el COVID-19. Este último puede dar poliartritis, que suele confundirse con [artritis] reumatoide. Sin embargo, no se ha podido determinar finalmente si esta aseveración es cierta. Todas estas enfermedades pueden tener diversos síntomas y complicaciones, pero no al nivel que la artritis reumatoide”, aseveró el reumatólogo Roberto Álvarez, del Hospital Menonita en Arecibo.

Por otro lado, el doctor José Rodríguez Santiago, reumatólogo en el Doctor´s Center Hospital Manatí, explicó que, en el caso de la artritis reumatoide, las complicaciones causadas por la enfermedad se extienden a otras zonas del cuerpo. Los nódulos subcutáneos en la piel, problemas en el pulmón, síndrome Sjögrens son los más que se reseñan. Por otra parte, existen otras complicaciones como la escleritis, la escleromalacia perforante y los problemas de salud mental que traen consecuencias nocivas al paciente con este tipo de condición.

La escleritis es cuando la parte externa blanca del ojo se hincha o se inflama. En términos de la escleromlacia perforante, esta puede llevar al paciente a una padecer de ceguera. El cerebro es otro de los órganos que se afecta con este tipo de condición. Medical News Today lo describe como una bruma mental en donde se cree que puede haber relación entre la inflamación crónica y la falla cognitiva de los pacientes. Como factores determinantes, la página web expone que el impacto de la inflamación causa cambios en el patrón de las conexiones del cerebro, por lo que el sistema nervioso central se afecta.

El dolor, la fatiga y el deterioro se asocian con estos cambios. El tratamiento con corticoesteroides trae consigo el desarrollo de problemas cognitivos en la personas. Al mismo tiempo, el dolor crónico y la fatiga provocan que se desvíe la atención, afectando la calidad en el sueño y las tareas rutinarias. La depresión y la ansiedad son otras de las secuelas que podría traer la enfermedad y que traen consigo bruma mental.

Este es uno de los aspectos que se debe tomar en consideración, al momento de tratar a un paciente con artritis reumatoidea. Si bien es cierto que el deterioro físico es determinante, la salud mental incide en la calidad de vida del paciente y en cómo este sobrelleva la enfermedad.

Un estudio publicado por el British Journal of General Practice en el 2017 indicó que alrededor del 20 % de las personas experimentarían ansiedad a causa de la enfermedad. Igualmente, reportó una tasa mayor de depresión por un 39 %. Lo más que resalta la publicación es que, para una persona con una enfermedad a largo plazo, es sumamente difícil, provocando que se fragüe una tormenta perfecta entre la depresión, la ansiedad y la artritis reumatoide.

Como consecuencia del dolor que enfrentan los pacientes, aumentan los niveles de estrés y esto desata una reacción en cadena en donde se generan sustancias químicas que cambian el estado de ánimo.

Todo este cúmulo de situaciones lleva a una baja calidad de vida en la persona con el padecimiento. Hasta las relaciones personales y de trabajo se ven afectadas.

Las personas con la condición deben estar preparadas para realizarse pruebas que identifiquen si tienen algún tipo de afección mental a causa de la enfermedad. En el mismo estudio británico, se expone cómo las personas llegan a ver como normal sufrir de depresión o ansiedad, dándole más importancia al tratamiento para los síntomas físicos que al psicológico.

La Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas, a través de la comunicadora y actriz Lily García, lleva un mensaje de concienciación sobre esta enfermedad. Una de las cosas que García expresa es que “habrá días más difíciles que otros, pero enfrentas esa emoción, decidiendo hacer las cosas más despacio que antes; vas aprendiendo en el proceso, creciendo y cuidándote”. La idea es que la persona entienda que hay vida más allá de esta condición y que lo importante es conocer la enfermedad y seguir los tratamientos, entendiendo que se puede vivir con artritis reumatoide.