La condición de artritis reumatoide es objeto de investigación continua en todas partes del mundo y Puerto Rico no es la excepción. La búsqueda de la medicina individualizada, conocer lo que ocurre en las fases previas al desarrollo de la condición, así como las alteraciones moleculares que tienen lugar en las articulaciones son las principales líneas de investigación.

“Estamos haciendo cosas nuevas respecto a la investigación y tratamiento de la artritis”, aseguró el director de Mindful Rheumatix & Medical Research Group, doctor Oscar Soto-Raíces. Entre las más importantes, el reumatólogo mencionó el uso de moléculas nuevas que atacan o controlan la inflamación de la artritis de forma distinta.

De igual forma, el reumatólogo reveló que trabajan con las moléculas que ya han utilizado, pero que se están alterando para que tengan doble función y puedan bloquear de otra manera la inflamación que produce el sistema inmune. “Hoy día, hay mucho interés en lo que son las moléculas pequeñas. Son moléculas tan pequeñas que pueden entrar dentro de una célula y bloquear la actividad de esa célula, lo que es muy importante para disminuir la inflamación”, explicó.

Ciertamente, cada día, la investigación sobre la artritis reumatoide va dirigida a hacer cosas más específicas en el sistema inmune para, de esta forma, no tener que suprimirlo completamente. “Buscamos un target (objetivo) más específico, que ayude y que tenga menos efectos secundarios, porque estamos haciendo algo bien dirigido”, sostuvo Soto-Raíces.

Por otra parte, según describió el especialista, a los estudios e investigaciones de artritis reumatoide se añade una tendencia bien importante en las pruebas diagnósticas.

“Lo que se está buscando es tener más alternativas de pruebas que nos digan, a un nivel más específico y molecular, cuán efectivo es el tratamiento que estamos usando. Incluso, ya existen pruebas que nos dicen si el paciente va a responder o no a un tratamiento. Eso es bien importante, porque tenemos muchos tratamientos disponibles y, a veces, no sabemos a qué tratamiento pueden responder mejor”, informó el presidente de la Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas (FER).

Además, Soto-Raíces anunció que se están haciendo estudios para ver cuál es la composición genética molecular de ese paciente y qué tipo de inflamación tiene; de esta manera, pueden saber cómo tratarlo de forma más específica. Por ende, se evita tener que tratar distintas terapias, lo que les permite a los médicos ser más certeros.

La meta es alcanzar un tratamiento más individualizado, y acorde con el director de la clínica de investigación, están cada vez más cerca de lograrlo. “Es un reto grande, porque no todo el mundo con artritis reumatoide tiene el mismo tipo de inflamación, que es lo complicado de esto. A veces, el paciente no responde a un medicamento y responde a otro, pero es difícil de predecir. Queremos, en un futuro no muy lejano, poder predecir y así lograr un tratamiento más efectivo y preciso”, agregó.

De igual forma sucede con el enfoque de los nuevos medicamentos, dirigidos a nuevas y distintas formas de bloquear el sistema inmune para controlar la inflamación. “[Buscamos] bloquear los tractos de inflamación de forma más específica para lograr esa efectividad lo mejor posible o la remisión”, sostuvo Soto-Raíces.

Gracias a los continuos estudios e investigaciones, los tratamientos para la artritis reumatoide son cada día más simples. El doctor explicó que antes había que combinar varios tratamientos para poder lograr la remisión. “Hoy día, lo que buscamos es usar una sola cosa, ya sea oral o inyectable. A veces, los tratamientos inyectables son una vez al mes o cada dos meses. Se ha vuelto más fácil manejarlos, porque eso es parte de lo que se busca: una remisión de forma efectiva, que no altere mucho la forma de vida del paciente”.

De la misma forma, se observa una disminución en los efectos secundarios, en comparación con el pasado, cuando se utilizaban de tres o cuatro medicamentos a la vez. Además, el investigador clínico señaló que los medicamentos nuevos han logrado distanciarse de la dependencia de los esteroides que, aunque son efectivos, porque controlan cualquier inflamación, tienen más efectos secundarios.