Resiliencia climática: una necesidad apremiante que hay que atender
La meteoróloga Ada Monzón explica que el compromiso de todos es vital para enfrentar y actuar contra el cambio climático
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Puerto Rico no está ajeno a la discusión del tema del cambio climático y su capacidad para mitigar y disminuir los gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global.
Las continuas olas de calor, el aumento en el nivel del mar y el desarrollo de sistemas atmosféricos extremos representan parte de la situación que afecta adversamente a las comunidades en desventaja, especialmente niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Por eso, la importancia de concienciar sobre la resiliencia climática, un asunto que “se refiere a todas aquellas acciones que estén dirigidas a mitigar y disminuir los gases de invernadero en la atmósfera para poder detener el calentamiento global”.
Para la meteoróloga Ada Monzón, integrante del Comité de Expertos y Asesores sobre el Cambio Climático en Puerto Rico, “la resiliencia es un tema amplio y complejo, pero es necesario para poder atender los retos del cambio climático”.
“Para el Comité de Expertos y Asesores del Cambio Climático, resiliencia se refiere a la capacidad de disminuir los gases de invernadero en la atmósfera, que es la razón por la que está ocurriendo el calentamiento global. Mientras tanto, si lo hablamos desde la perspectiva personal-comunitaria, la resiliencia se refiere a todas aquellas acciones que van dirigidas a disminuir, mitigar el impacto del cambio climático”, explicó.
“Esto, ya sea por el aumento del nivel del mar, porque estamos hablando de olas de calor, de huracanes extremos o de eventos extremos como sequías e inundaciones. Así que son dos perspectivas diferentes para lo que es el término ‘resiliencia’; uno va desde el aspecto emocional y físico, y otro es desde el punto de vista de los gases de invernadero”, resaltó.
Entretanto, la también educadora y científica instó a la comunidad a reducir la huella de carbono y atender el impacto del cambio climático en la salud pública desde el hogar.
“Hay cambios que están ocurriendo, que son irreversibles, como es el aumento del nivel del mar. Nosotros tenemos que asegurar que, hasta en un evento de ola de calor, nuestras poblaciones más vulnerables, que son nuestros niños, adultos mayores y las personas que tienen enfermedades crónicas, están debidamente protegidas para poder manejar el aspecto de salud”, sostuvo.
“En ese sentido, nosotros, como hijos, vecinos y como seres que nos preocupamos por el bienestar común, tenemos que estar seguros de que las personas que nos rodean y que son nuestros familiares y seres queridos tengan áreas frescas, que tengan agua, que no pasen ninguna necesidad ante el abandono e ignorancia de cómo cuidarlos, porque los eventos de calor se están haciendo más frecuentes”, advirtió.
En ese sentido, Monzón, fundadora y directora del proyecto EcoExploratorio, llamó la atención ante el alza continua de las temperaturas, un asunto que impacta directamente la salud de los ciudadanos.
“Puede haber pequeñas variaciones en las temperaturas, pero la tendencia es un aumento. Cuando tú sumas y restas, a través de los años, lo que ves es una curva ascendente en la temperatura. Ahora mismo, nosotros llevamos diez meses consecutivos de temperaturas promedios globales récord; esto no tiene precedentes”, lamentó.
“No hay mecanismos de enfriamiento porque no estamos viendo que los gases de invernadero se estén deteniendo, al contrario, por primera vez, hace unas semanas, llegamos a 427 partes por millón. Es un incremento de cinco partes por millón del año pasado”, detalló.
Sobre esto, la reconocida científica aseguró que “no hay razón para pensar que las temperaturas van a disminuir”.
“Por lo tanto, si no ves acciones dirigidas a detener o disminuir los gases de invernadero, que es lo que ocasiona el calentamiento global, ciertamente, el resultado o la consecuencia esperados es que sigue el aumento de las temperaturas”, insistió.
Otro de los puntos importantes en cuanto a la resiliencia climática, según Monzón, es estar atentos a la próxima temporada de huracanes, que inicia el 1 de junio, en un ejercicio de concienciar ante las acciones que se deben tomar.
“Estamos en abril, este es el momento de revisar ventanas, puertas, techo, los cimientos de la casa, desganchar los árboles, ir al médico, tener una receta y pedir para tener almacenados por varios meses ciertos medicamentos como, por ejemplo, los de tiroides e insulina, todas estas cosas son extremadamente importantes para la calidad de vida. Si tienes un ser querido encamado, entonces, tienes que asegurarte de que, desde el principio de la temporada, si ese paciente requiere de oxígeno, tenga uno o dos tanques adicionales”, resaltó.
“Si hay un evento de huracán extremo, también tenemos que pensar en nuestra protección. Tenemos que proteger nuestras propiedades y nuestras finanzas; tenemos que aprender a cuidarnos y no depender de que nadie nos cuide. Nosotros tenemos que asumir la responsabilidad de cuidar nuestra salud, nuestra vida y nuestros intereses”, expuso.
Igualmente, abogó por repasar las lecciones aprendidas en pasados eventos atmosféricos, especialmente el desastre ocasionado por el huracán María en 2017.
“Tenemos que utilizar las lecciones aprendidas para estar listos en esta temporada, que, aunque no sabemos si vamos a ser azotados o no, –nadie lo sabe–, pero sí hay un pronóstico de extrema actividad. Señores, estamos levantando una bandera roja bien alta para que, por favor, hagan caso y tomen las medidas”, reiteró.
“¿Qué significó el huracán María para nosotros? La pérdida de energía, una ola de calor extrema, y la pérdida de servicios de salud, de alimentos y agua. Por todo eso, tenemos que ir, poco a poco, tomando acciones que vayan dirigidas a la seguridad de nuestra familia. Hagan una lista de qué tienen o no, qué hace falta para estar seguros ante la posibilidad de que tengamos eventos de inundaciones o derrumbes”, puntualizó.
Plan de mitigación, adaptación y resiliencia
De otra parte, Monzón reveló que —a finales de abril— el Comité de Expertos y Asesores de Cambio Climático, entregará a la Comisión Conjunta del Cambio Climático de la legislatura, el plan de mitigación, adaptación y resiliencia.
El documento cuenta con más de 600 cursos de acción, estrategias e indicadores que pretenden ayudar al Gobierno de Puerto Rico “a definir cómo va a atender el tema del cambio climático en los próximos años”.
“Esas medidas han establecido la urgencia o prioridades de cambios necesarios a corto, mediano y largo plazo. Esto va en trece temas diferentes: energía, infraestructura, transporte y movilidad, residuos sólidos, salud y bienestar, agricultura y ganadería, agua, ecosistemas marinos y zonas costeras, ecosistemas terrestres, forestación, turismo, educación y justicia climática”, detalló.
“Es un borrador que se va a enviar a la legislatura que, antes del 30 de junio, debe tomar este documento y decidir si hará vistas públicas, tomará las decisiones y se las entregará al gobernador, quien decidirá si lo convierte en ley”, mencionó.
De hecho, el informe está dentro del marco legal que surge de una enmienda presentada a la Ley 33 de 2019 (Ley de Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático de Puerto Rico).
“La resiliencia climática empieza con nosotros, con nuestra responsabilidad individual; empieza con la responsabilidad de líderes comunitarios, también con los municipios, el gobierno estatal y el gobierno federal y el mundo entero”, resaltó.
“Aquí, cada cual tiene sus responsabilidades y todas son necesarias, si queremos, realmente, evitar un impacto mayor del cambio climático. Tenemos que actuar; no nos podemos quedar esperando a que otro actúe. La acción es desde abajo hacia arriba”, concluyó.
La autora es periodista colaboradora de Suplementos.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.