Una de las experiencias más importantes del proceso de la maternidad es la decisión y posibilidad de lactar. Muchas veces, esta determinación puede venir acompañada de ansiedad e incertidumbre acerca de si la lactancia será exitosa, y esto es completamente válido. Conocer los beneficios que ofrece la lactancia para la madre y el bebé puede ayudar a tomar y mantener la decisión de amamantar.

Cuando hablamos de mamá, la lactancia le ofrece varios beneficios a nivel físico y emocional, y podría contribuir a una mejor salud a largo plazo. Entre los aspectos emocionales más importantes para la madre se encuentran: el vínculo afectivo entre ella y su bebé, previene y ayuda en la depresión posparto y se producen hormonas que le ayudan a relajarse. En el aspecto físico, la lactancia contribuye a que la recuperación posparto sea más rápida y disminuye el riesgo de sangrado y anemia. Además, la nueva mamá quema calorías adicionales lo que le permite regresar a su peso previo al embarazo.

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Otro de los beneficios de lactar es que ayuda a prevenir la osteoporosis, y el cáncer de mama y ovarios, a largo plazo. De la misma manera, el bebé o recién nacido, obtiene múltiples beneficios de la lactancia, a nivel de su desarrollo emocional y cognitivo, así como físico, que afectan tanto su salud presente como a largo plazo.

El vínculo afectivo favorece el desarrollo de la autoestima según el niño o la niña van creciendo. A través de la leche materna, el infante recibe los nutrientes necesarios para un crecimiento óptimo, le ayuda en el desarrollo del lenguaje a temprana edad y aporta al desarrollo cerebral. Entre los beneficios físicos, el bebé recibe anticuerpos que lo protegen y disminuye el riesgo de padecer diarreas, alergias y asma, así como otras enfermedades que pueda desarrollar en la etapa de su adultez, como: diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares, por mencionar algunas. Otro factor importante es que le protege contra caries dentales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda alimentar al bebé con leche materna exclusivamente hasta, al menos, los seis meses. Luego, se comienzan a introducir los sólidos en el destete gradual. El ocurre naturalmente entre el primer y los 7 años.

Existen conferencias de lactancia y grupos de apoyo en línea para las madres lactantes, todos enfocados en ayudar a mamá a hacer este proceso posible y que pueda disfrutar de este gran vínculo afectivo que se crea junto con su bebé.

Auxilio Pediátrico, del Hospital Auxilio Mutuo, es el centro más completo y especializado en servicios de salud para infantes, niños y adolescentes. Cuenta con área de maternidad con siete salas de parto, una sala de emergencia exclusiva para pacientes pediátricos con pediatras 24/7, un piso especializado para hospitalización, unidades de cuidado intensivo neonatal y pediátrico (NICU/PICU) y una facultad médica de más de 100 pediatras y subespecialistas pediátricos. A esto se le suma un equipo interdisciplinario de salud con un excelente grupo de enfermeras dedicadas a los pacientes pediátricos.

Para más información, visita www.auxiliopediatrico.com.

Escrito en colaboración con la doctora Karla Figueroa, pediatra y especialista en lactancia del Hospital Auxilio Mutuo.