El rol de la vacunación es fundamental para salvar vidas, especialmente, la de personas con padecimientos crónicos. Para los pacientes con enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, alzhéimer o esclerosis múltiple, la inmunización representa una necesidad, ya que puede prevenir que su salud quede aún más comprometida si contraen alguna infección.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) proveen recomendaciones con respecto a la inmunización y ofrecen información ante diversos escenarios clínicos, considerando la edad o la condición de cada persona. Es así que figuran como una de las principales fuentes de orientación para saber qué vacunas se recomiendan y en qué momento.

La vacuna contra COVID-19 y las enfermedades crónicas

Las vacunas contra el COVID-19 disponibles en Estados Unidos son altamente efectivas para prevenir el coronavirus COVID-19, según los CDC.

“Un paciente saludable que no tenga comorbilidades tiene unas recomendaciones básicas de inmunización. Pero, cuando tenemos pacientes con enfermedades crónicas, añadimos otras vacunas que adquieren un rol algo más importante”, sostuvo la infectóloga Iris Velázquez Gómez.

La especialista en infecciones, que trabaja en dos hospitales del área noroeste: el Hospital Buen Samaritano, en Aguadilla; y el Hospital San Carlos, en Moca, explicó que los médicos reciben guías que se actualizan periódicamente para educar a los pacientes respecto a las vacunas que son necesarias para prevenir enfermedades.

Igualmente, los CDC han realizado recomendaciones sobre a quiénes se les debería ofrecer primero la vacuna contra el COVID-19, si los suministros son limitados.

“En este momento histórico que estamos viviendo, las vacunas del COVID-19 son súper importantes y no las podemos fallar, pero no nos podemos olvidar de las otras vacunas que siguen siendo igualmente importantes”, recalcó la doctora.

Vacunas importantes que previenen enfermedades:

  • COVID-19
  • Influenza
  • Neumococo
  • Varicela y culebrilla
  • Hepatitis (A y B)
  • Tétanos y difteria
  • Papiloma humano

Por otra parte, la doctora insistió en que hay que esperar dos semanas (21 días) antes o después entre la vacuna contra el COVID-19 y la vacuna de la influenza.

Inmunización comunitaria

La doctora Velázquez Gómez enfatizó que hay una mínima población que quizás no cualifica para algunas vacunas porque tengan otras enfermedades subyacentes o por alergias.

“Esos pacientes que no reciben esa inmunización van a ser vulnerables y son pacientes con enfermedades crónicas. Entonces, ¿cómo los vamos a proteger? Pues, todas las personas que están cerca de esa persona se van a inmunizar”, explicó la infectóloga, sobre lo que se conoce como “escudo de protección”.

Ofreció el ejemplo de un paciente que es alérgico a la vacuna de influenza y no se puede vacunar.

“Entonces, los demás miembros de la familia y las demás personas que están en la escuela o en el ambiente laboral se deberían vacunar”, agregó.

De este modo, se protege a la persona que no se puede vacunar. La infectóloga destacó que la vacunación es una responsabilidad social, ya que, principalmente, sirve para protegerse y cuidarse unos a otros.

“Tenemos que pensar en los demás, porque, seguramente, hay alguien más vulnerable que nosotros y, si se infecta, puede que no lo sobreviva”, estableció.

Las vacunas son seguras

La desinformación y la desconfianza sobre el desarrollo de las últimas vacunas contra el COVID-19 han provocado que muchas personas tengan miedo de sus efectos secundarios.

Ante esta situación, las organizaciones de la salud alrededor del mundo han tomado la tarea de educar sobre la importancia de las vacunas.

“Hay información para los médicos, para los pacientes y para personas de diferentes escolaridades. Así que, con respecto a la inmunización, ninguna pregunta es tonta. Toda pregunta es válida e importante porque cada quien tiene su situación particular”, declaró la doctora Velázquez Gómez.

Estos tipos de productos médicos fueron estudiados, analizados y probados antes de salir al mercado. Los pacientes con condiciones crónicas no deben temer a vacunarse.

“El beneficio de las vacunas es tan alto que sobrepasa cualquier riesgo mínimo que pueda ocurrir”, comentó.

Los profesionales de la salud y los expertos salubristas han unido esfuerzos para llevar un mensaje crucial de que la vacunación salva vidas y previene que personas de edad avanzada sufren las consecuencias fatales del virus.

“La vacunación es segura. Tenemos que aprovechar esta oportunidad tan grande que tenemos”, insistió la infectóloga.

Mientras la vacunación juega un papel esencial en combatir la pandemia, es importante que las personas continúen con las medidas de contingencia para evitar brotes comunitarios que puedan afectar a los pacientes con condiciones crónicas. Por ello, el lavado de manos, el uso de mascarillas y el distanciamiento físico no deben detenerse aunque reciban la vacuna.