Don Ángel Pagán Aponte: “A mi edad, no creía que fuera a sobrevivir”
Luego de un ataque al corazón y una sentencia de muerte, el octogenario fue sometido con éxito al procedimiento TAVI en el Centro Cardiovascular
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A sus 80 años, Ángel Pagán Aponte comenzó a confrontar problemas cardiacos que, para el 2018, le ocasionaron un ataque al corazón. Desde entonces, su vida pendía de un hilo y eran pocas las esperanzas que le daban por su edad y la fragilidad de su sistema cardiovascular.
“Nunca había tenido problemas del corazón, pero en el 2018 me levanté un día a las 5:00 a.m. fui al baño y cuando me acosté se me fue el mundo, no podía respirar, llamaron a la ambulancia y, al otro día de haberme dado el ataque, estaban supuestos a verme para operarme, pero el médico me dijo que lo sentía, que no me iba a operar”, relató Pagan.
Según el paciente, la noticia fue tan fulminante que se atemorizó al escuchar las palabras de aquel médico. “Me dijo: ʿno vas a aguantar la operación porque tienes mucho problema del corazón y te voy a estabilizar para que te vayas a tu casa porque no vas a durar mucho, te vas a morir ʾ. Entonces dije: ʿqué se va a hacer, si me muero, pues me mueroʾ”, explicó Pagan, quien, en ese momento, confesó haberse sentido sin esperanzas.
No obstante, el octogenario decidió buscar otra opinión médica y llegó hasta otra institución hospitalaria, donde sí le intervinieron para atender la situación. Allí le colocaron cuatro mallas y, más adelante, para mayo del año pasado, le colocaron otra malla adicional.
Así las cosas, Pagán había resistido estos procedimientos, pero, su corazón continuaba dando señales de que algo no andaba bien y comenzó a tener unos síntomas cada vez más fuertes y dolorosos.
“Empecé a sentir unas punzadas, como si me estuvieran metiendo un cuchillo ahí (en el corazón) a cada rato. Yo no podía respirar y no podía caminar ni cinco minutos porque me asfixiaba”, indicó el hombre, quien en marzo próximo cumple sus 85 años.
En ese momento, a Pagán le informan que tenía la aorta tapada, eso explicaba las dificultades que tenía el paciente para realizar actividades comunes del diario vivir, lo que ya estaba afectando su calidad de vida.
“Yo no podía respirar, la aorta estaba completamente tapada y no podía ni dormir porque tenía que estar sentado”, recordó el paciente.
Afortunadamente, en ese momento, a Pagán le brindaron la oportunidad de realizarse un procedimiento mínimamente invasivo para mejorar su condición. Se trataba de la colocación de un TAVI, que son las siglas en inglés de implante o reemplazo de la válvula aórtica transcatéter. Mediante esta técnica, se inserta una nueva válvula cardíaca sin extraer la válvula que está dañada. Con este proceso, la nueva válvula se coloca adentro de la válvula afectada.
Aunque esta intervención también era de alto riesgo para don Ángel, este decidió ponerse en las manos de los médicos, con tal de luchar por su calidad de vida. Así, el 28 de noviembre del 2022, se sometió al tratamiento.
“Me dijeron que me iba a hacer ese procedimiento, que era peligroso, que me podía morir o que me podían cortar una pierna, si me daba una trombosis. Yo le dije que no importaba… Yo dije: ʿquiero hacérmelo porque si voy a morir y papá Dios me va a llevar, que me lleve, pero, si no, va a ser un cambio en mi vidaʾ, porque ya no podía respirar y estaba desesperado. Gracias a Dios y a los médicos Iván González Cancel y Rene Pérez, salí completamente bien”, dijo muy contento el paciente.
Pagán estuvo en cuidados intensivos del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe durante 27 horas luego de la intervención y después de eso lo dieron de alta. Desde entonces, don Ángel goza de una mejor calidad de vida y aseguró que se siente con un corazón más joven, por lo que este procedimiento le había regalado cantidad y calidad de vida.
“Antes yo no podía respirar y no podía dormir porque tenía que estar sentado. Cuando me hicieron ese procedimiento todo cambió. Me siento bien, respiro normal como hace años atrás. Ahora puedo caminar más, antes no podía caminar porque me asfixiaba, enseguida me quedaba sin respiración, ahora estoy haciendo ejercicio en una bicicleta de 5 a 10 minutos. Empecé con 3 minutos y ya voy por 10. Salió todo perfecto gracias a Dios”, aseguró el paciente, quien exhortó a pacientes que, como él, enfrentan situaciones cardiovasculares, a que busquen la ayuda de un médico y que intenten los procedimientos que pueden cambiarles la vida.
“A la gente que tiene este problema les exhorto a que no tengan miedo porque me dijo el doctor que, de 100 pacientes, uno moría, y yo dije que no creía que fuera a ser ese uno. Le digo a la gente que se atreva a hacerse el procedimiento porque es un cambio. Lo recomiendo al 100 %, se lo garantizo porque, a mi edad, no creía que fuera a sobrevivir y el doctor fue un genio con mi corazón”, concluyó Pagán.
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