Las complicaciones más comunes luego del tratamiento contra el cáncer se pueden aliviar
Aunque los tratamientos contra el cáncer pueden ser efectivos, pueden afectar a los pacientes
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El cáncer, si es detectado a tiempo, ya no significa una sentencia de muerte. Cada vez son más los tratamientos que permiten que más pacientes sobrepasen esta terrible enfermedad. Así como los tratamientos pueden ser efectivos en la lucha contra el cáncer, también podrían traer diversas complicaciones para los pacientes.
La Sociedad Americana Contra el Cáncer detalla diversos efectos secundarios que los pacientes podrían sufrir. El detalle de las complicaciones es el siguiente:
- Problemas en la sangre - en la mayoría de las veces el tratamiento causa un descenso en los niveles de células sanguíneas provocando complicaciones tales como: niveles bajos de glóbulos blancos, de glóbulos rojos y de plaquetas, o coágulos sanguíneos
- Cambios en el consumo de alimentos o en la dieta - muchas veces el tratamiento complica el apetito del paciente; aumentando los problemas para consumir alimentos y líquidos. Los más comunes son: deshidratación y falta de líquidos, hipo y acidez gástrica, poco apetito, náuseas y vómitos, problemas para tragar, cambios en el gusto y olfato, y cambios en el peso.
- Cambios emocionales - el recibir un diagnóstico positivo de cáncer podría afectar la salud emocional de los pacientes, así como la de su núcleo familiar, amistades o cuidadores. Los sentimientos más comunes que le pueden afectarse encuentran: ansiedad, depresión, o angustia.
- Dolor - aunque esto no significa que el paciente siempre va a tener que manejar el dolor, si es algo que viene con el tratamiento. Por eso, es importante que la persona se mantenga bajo supervisión médica para manejar estos síntomas. Para esto el paciente debe lograr lo siguiente: entender su dolor y manejar el dolor con medicamentos.
- De otra parte, los calambres en las piernas y el síndrome doloroso posmastectomía es muy común. En cuanto a este síndrome surge cuando las mujeres presentan dolor de origen nervioso en la pared toráxica, axila y el brazo; mismo que no desaparece con el pasar del tiempo.
- Otras complicaciones son los cambios en la piel, el cabello, fertilidad, libido, problemas cognitivos, entre otros.
Sin duda, los tratamientos para tratar los diversos tipos de cáncer traen efectos con los cuales el paciente tendrá que lidiar y buscar ayuda. Existe otra condición de la cual algunas personas desconocen que se relaciona a un efecto secundario luego de la enfermedad conocida como linfedema.
La licenciada Sandra Sevillano, RPT, CLT, directora del Programa de Terapia Física de Precision Health Centers, describió esta condición como la acumulación de líquido linfático en cualquier parte del cuerpo. Este está compuesto por 90 % agua y el otro 10 % proteínas, grasa y células. Las personas que hayan recibido tratamiento para combatir cánceres de seno, útero, ovarios, próstata, melanoma, cabeza o cuello son propensas a sufrir linfedema.
Los síntomas provocados por la enfermedad varían desde edema o hinchazón, que la persona sienta que las joyas o la ropa le queden apretadas, dolor, sensación de pesadez o rigidez en las extremidades afectadas. Por otra parte, el paciente podría experimentar cambios en la apariencia o textura de la piel, hinchazón de extremidades, sensación de llenura o debilidad en el brazo o pierna afectada.
“La tasa de sobrevivencia por cáncer aumenta más cada día. Las secuelas que pueden tratar los tratamientos afectan la calidad de vida del paciente. Una de las técnicas que se pueden utilizar en el proceso de rehabilitación para el linfedema es la terapia física. Este es un método no invasivo que ofrece alivio”, menciono la terapista certificada en linfedema.
Siendo una sobreviviente de cáncer de seno, la licenciada Sevillano reconoció las secuelas que traen consigo los tratamientos para combatir la enfermedad. Enfatizó sobre algunas estrategias o técnicas que la terapia física ofrece para tratar a este tipo de paciente:
- Ejercicios de para aumentar movimiento, estiramientos, ejercicios de fortalecimiento
- Movilización de cicatriz
- Modalidades para reducir dolor e inflamación
- Masajes
“Si la cirugía requirió alguna remoción de nódulos, se le ofrece una orientación al paciente sobre la posibilidad de ser propenso a desarrollar linfedema. Los terapistas físicos estamos capacitados para trabajar la rehabilitación de las personas que no solo hayan pasado por cáncer de seno, sino que hayan enfrentados otros tipos de cáncer. Como, por ejemplo, cuando tenemos pacientes que han sido operados o recibido radiación de la cabeza, podrían presentar problemas de coordinación, de balance o alguna debilidad”, añadió.
Invitó a los pacientes a recordar que un diagnóstico de cáncer, aunque es una noticia difícil, no es el fin. Hay que buscar ayuda en las etapas tempranas y confiar en el equipo médico que trabajará para que logren una mejoría, así como una mejor calidad de vida. Un diagnóstico positivo para cáncer no es una sentencia de muerte ¡Después del cáncer, hay vida!
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.