Cómo lanzarte al emprendimiento
Conoce cuáles son las cualidades que necesitas para lanzarte al emprendimiento
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A menudo escuchamos decir a empleados que “sueñan” con tener un negocio propio y ser sus propios jefes. Sin embargo, decidirte a emprender es mucho más que escoger tu horario o tu vestimenta para trabajar. Requiere descubrir oportunidades en las que puedas ofrecer a tus clientes algo de valor y dedicarle tiempo y energía a tu proyecto, para que te rinda los beneficios económicos que deseas.
Antes de decidir emprender, pregúntate:
- ¿Qué ofrecerás a tus clientes que es diferente y único? Por ejemplo, ¿cuál es ese producto o servicio que más nadie ofrece? ¿Qué solución ofreces a tus posibles clientes?
- ¿Cómo manejas la incertidumbre que trae iniciar un negocio? Por ejemplo, ¿estás consciente de que a los negocios les toma tiempo establecerse y producir ganancias?
- ¿Con qué cuentas para enfrentar esos retos que surgirán? Por ejemplo, ¿tienes ahorros u otros recursos económicos que puedas usar hasta que empieces a generar ganancias? ¿Cuentas con el apoyo emocional de amigos y familiares?
- ¿Qué conoces sobre cómo administrar un negocio? Por ejemplo, ¿tendrás empleados desde que empieces? De ser así, ¿has supervisado empleados anteriormente?
- ¿Qué responsabilidades que ya tienes te consumen mucho tiempo? Por ejemplo, ¿continúas estudiando? ¿Tienes responsabilidades familiares que no puedes compartir?
- ¿Cómo hacen fit tu negocio y tu estilo de vida? Por ejemplo, ¿trabajarás de noche o los fines de semana? ¿Cómo manejarás tus responsabilidades personales y las del negocio?
Ahora que terminaste tu carrera corta y decidiste que vas a emprender, es el momento de repasar los elementos que tienen en común los emprendedores exitosos. Algunos son innatos y otros se pueden desarrollar.
Aquí compartimos contigo 21 de esos elementos que debes tener en consideración en tu preparación para emprender. Identifica cuáles tienes y cuáles debes desarrollar. Marca en verde aquellas que tienes, en amarillo las que debes fortalecer y en rojo las que debes desarrollar:
Innovación: Por ejemplo, siempre estás pendiente de qué es lo nuevo que ha salido dentro de tu área de especialidad y haces muchas preguntas para aprender más.
Creatividad: Por ejemplo, ves oportunidades de negocio que nadie ha visto y encuentras soluciones que nadie ha pensado.
Compromiso: Por ejemplo, te enfocas en lo que haces porque sabes que beneficia a otros.
Motivación: Por ejemplo, te nace la voluntad y el entusiasmo para seguir trabajando hasta alcanzar tus metas y sobrepasar barreras, y le das valor a las recompensas que recibirás cuando logres lo que te propusiste.
Conocimiento de tus productos y servicios: Por ejemplo, entiendes claramente qué ofreces y quién es tu cliente, al igual que los cambios que hay en el mercado que sirves, para que seguir atendiendo sus necesidades.
Habilidad para establecer relaciones: Por ejemplo, cómo estableces relaciones que te permitan aprender de otros y, a su vez, contribuir al bienestar de otros.
Confianza en ti mismo: Por ejemplo, si estás seguro de lo que estás haciendo te sientes mejor y puedes tomar mejores decisiones.
Optimismo: Por ejemplo, ves el vaso medio lleno en lugar de medio vacío y le encuentras el lado positivo a todas las situaciones que enfrentas.
Visión: Por ejemplo, tienes una idea clara de lo que deseas lograr en términos generales y sabes los pasos que tienes que tomar para convertir ese deseo en tu realidad.
Orientación a resultados: Por ejemplo, estableces metas y objetivos realistas, medibles y alcanzables que te permiten ver el progreso que estás teniendo para alcanzar esa visión.
Interés en experimentar: Por ejemplo, pruebas diferentes maneras de presentar tu producto para ver cuál gusta más a tus clientes o de cómo comunicar el mensaje de lo que haces para alcanzar a los clientes a los que les pueda interesar antes de escoger una en particular. También investigas cuánto tus clientes pagarían por tus productos o servicios antes de decidir los precios.
Tolerancia a los riesgos: Por ejemplo, aunque eres optimista, sabes que algunas veces tienes que salirte de lo que más conoces para llegar a donde deseas o puede ser que lo que hagas tenga un resultado inesperado y estás listo para aprender de lo que pase. Por otro lado, estás listo para reducir el posible impacto de los riesgos que ya conoces.
Influencia y persuasión: Por ejemplo, puedes convencer a otros sobre los beneficios de los productos y los servicios que ofreces, y de tu capacidad para proveerles lo que necesitan.
Tomar decisiones: Por ejemplo, sabes qué tienes que considerar para tomar una decisión y confías en ti para tomar las mejores decisiones con la información que tienes en el momento.
Persistencia: Por ejemplo, te mantienes dirigido hacia alcanzar tu visión y superas los obstáculos que se te presentan hasta que logras lo que te propusiste no importa lo que pase.
Manejo de presupuesto: Por ejemplo, conoces tus ingresos y tus gastos, y haces ajustes en tus gastos, dependiendo de tus ingresos.
Flexibilidad: Por ejemplo, redefines tus estrategias, metas y objetivos cuando el mercado cambia o cuando tus clientes te dicen que necesitan otros productos y servicios, y estás listo para hacerlo en todo momento.
Negociación: Por ejemplo, propones alternativas que son beneficiosas para ti y para tus clientes, y manejas posibles objeciones para satisfacer las necesidades de todos.
Adaptabilidad: Por ejemplo, buscas cómo aprender de las nuevas tendencias del mercado o lo que están haciendo tus competidores para mejorar lo que ofreces.
Tolerancia a las situaciones que no salen bien: Por ejemplo, sabes que no todo siempre sale como lo esperamos. Puede ser parte de los riesgos que tomes hasta que logres tu visión, sin embargo, estás dispuesto a aprender de lo que no salga bien para seguir mejorando lo que ofreces.
Paciencia con el tiempo: Por ejemplo, comenzar tu emprendimiento requiere mucho esfuerzo y dedicación para que te dé los beneficios que deseas, sin embargo, mantenerlo operando y llevarlo a crecer también requerirá mucho esfuerzo y que uses tus habilidades y cualidades de otra forma.
Ahora que ya conoces estos elementos y has visto en dónde estás, estás listo para fortalecer y desarrollar lo que te falte para estar mejor preparado para emprender.
Para información, escribe a normadavila47@gmail.com, llama al 787-375-0310, accede a www.thehumanfactorpr.com o búscala en Twitter: _thehumanfactor y en Facebook: TheHumanFactorConsultingGroupInc. Las autoras son directoras de The Human Factor Consulting Group.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.