Identificar una carrera para estudiar es una decisión de vida sumamente compleja. Para unos, sus metas están claras y pueden tomar esa dirección a tiempo para comenzar sus estudios universitarios, pero muchos otros entran a la universidad sin tener idea de la carrera que desean ejercer.

Esta falta de determinación puede llevar a que el estudiante pierda tiempo, dinero y hasta provocar que se esfume la motivación de hacer una carrera profesional. Así que es importante que el estudiante pueda dar los pasos correctos para encontrar su norte académico lo antes posible.

Según Nelissa Domínguez, consejera profesional licenciada y fundadora de iCounseling, es bastante común que los estudiantes no tengan definido su futuro académico, ya sea porque no encuentran carreras que les motiven o porque no reciben la orientación y las herramientas necesarias para poder definir su futuro.

Relacionadas

“Si el estudiante no tuvo la oportunidad de pasar por un periodo de exploración previo a cuarto año, sin duda se le va a hacer un poco difícil porque es un adolescente que está trabajando su autoconcepto y su autoconocimiento. Así que, a los 15 o 16 años, tiene mucho peso preguntarle: ‘¿qué vas a hacer por el resto de tu vida?’ y ‘¿A qué te dedicarás por los próximos 30 años?’”, expresó Domínguez.

Según la experta, lo ideal sería que el estudiante vaya pensando en su futuro cuando entra al noveno grado, de modo que tenga la oportunidad de explorar sus intereses con bastante anticipación a la etapa universitaria.

“Cuando el estudiante sale de octavo y comienza noveno debe ir pensando en qué va a estudiar. Si ya está en la universidad, dependiendo de la cantidad de créditos aprobados, ese periodo de tomar la decisión acerca de la carrera a estudiar no debe pasar de los primeros dos años”, sostuvo.

Esta indecisión y falta de dirección puede afectar un sinnúmero de aspectos en la vida del estudiante.

“Perjudica su autoestima, su seguridad, su enfoque y su compromiso. Le desmotiva totalmente, porque se va a sentir perdido y trastoca negativamente todos los aspectos. Incluso, puede llevarlos a dejar la universidad”, lamentó la profesional en consejería.

No obstante, los estudiantes que se encuentren en esta posición deben saber que hay alternativas para que puedan tomar la decisión lo antes posible. No se trata de escoger una carrera a la ligera, sino de tomar una decisión con las herramientas correctas. Por ello, te decimos qué pasos puedes seguir y qué ayudas tienes a tu alcance para redefinir tus metas.

1. Entrar en un año exploratorio

Si ya fuiste admitido por una universidad y te aprestas a iniciar tu primer año sin idea de lo que quieres estudiar, aún tienes tiempo de explorar. La entrevistada recomendó que aproveches los cursos básicos para ir descubriendo tus intereses y que tomes electivas que llamen tu atención.

“Trabaja un periodo de cursos generales que te brinde la oportunidad de tomar cursos electivos para que puedas ir mirando y sintiendo que te gusta más y con qué clase te sientes más afín”, dijo Domínguez.

Matricular esos cursos más flexibles permite al estudiante pasar por la experiencia, además de que son créditos que no se pierden porque “cada bachillerato cuenta con unos cursos electivos que, una vez cambie de programa, pueden pedir que esos cursos sean convalidados como electivas, así que no van a perder ni tiempo ni dinero”, afirmó la consejera.

En cambio, si el estudiante toma en sus primeros años cursos que estrictamente le comprometen a un programa en particular y descubre que no es lo que quiere estudiar, entonces no va a tener otras áreas para comparar sus intereses.

2. Recibir consejería

Uno de los pasos más importantes es buscar ayuda de un profesional en consejería. Las escuelas y universidades cuentan con estos recursos que te pueden ayudar a tomar decisiones certeras acerca de tu futuro académico.

“Hay oficinas de servicios estudiantiles y consejeras profesionales licenciadas que son las personas capacitadas para ayudarte a realizar algún cambio de programa, porque se supone que te puedan administrar una prueba de intereses ocupacionales y, de ahí, evaluar qué carrera te puede satisfacer”, sugirió la experta.

3. Tomar una pruebas de intereses ocupacionales

Una alternativa puede ser administrarle al estudiante la prueba para la selección de carrera, la haya tomado o no en su escuela superior. Esto, porque es importante que pueda evaluar si sus intereses, habilidades y planes futuros están alineados.

“Que no tenga que decir que le encantan las leyes, pero no tiene destrezas para leer o no tiene el hábito para la lectura, pues, realmente, si entra por un área orientada a las leyes no le va a encantar porque tiene que leer siempre”, mencionó la consejera licenciada.

Se supone que los estudiantes tomen estas pruebas en la escuela superior o colegio, de modo que puedan ir dirigiendo su camino con esta herramienta.

“Se supone que los colegios ofrecen la Prueba de Intereses Ocupacionales; en el Departamento de Educación participan de la CEPA, que es una herramienta muy buena. Yo ofrezco una online, la prueba Career Decision Making (CDM), que es la que muchas universidades ofrecen aquí en español. Se le aconseja al estudiante que está buscando su área de estudios preguntar por estas pruebas”, resaltó la fundadora de iCounseling.

4. Entrevistar a profesionales de las carreras que te interesan

Otra alternativa que puede funcionar es hablar con profesionales de la carrera que tienes en mente, de modo que puedas escuchar sus experiencias como profesional y ver si eres afín con esa carrera.

5. Realizar trabajos y actividades de servicio

Mientras estás en la universidad, puedes tener algún trabajo part-time para ir conociendo el campo del trabajo. De igual manera, puedes optar por participar de actividades de servicio.

“Esas actividades ayudan a tomar decisiones, a descubrir algún propósito o gusto, e ir mirando dónde puede estar”, destacó la experta.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.