Este es nuestro momento
¡Las mujeres que protegen a otras mujeres somos más seguras, más exitosas, más fuertes y más visibles…!
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Si algo se ha discutido últimamente es el tema de género, las luchas de las mujeres y la igualdad en el empleo. Estos temas afloran constantemente que parecería una necesidad tener que incluirlos. Sin embargo, la realidad es que gracias a esas insistencias y ese repetir constante, es que se cambia la historia y el rol de las mujeres en el mundo industrial-empresarial.
Como cuestión de hecho, hace 100 años que se nos concedió el derecho al voto, pero fueron sobre 70 años previos de luchas. Pero mientras todo esto ocurre, en la nación más poderosa del mundo aún no hemos tenido a una mujer como presidenta.
Los que se oponían al derecho de las mujeres a votar lo hacían también porque entendían que luego vendrían otras luchas, como competir por los puestos de los varones, y no se equivocaron. Hoy, muchas mujeres hacemos el trabajo que se adjudicaban los hombres. Las mujeres hemos exigido igualdad y, aunque falta camino por recorrer, no hay duda de que lo hemos ido alcanzando.
Abrir camino y lograr el éxito de una familia, una empresa o un país está en manos de muchas mujeres y en estos tiempos se hace más relevante. El desempeño de la mujer en la prosperidad industrial está enmarcado en la preparación, las competencias, la energía, el deseo de querer hacer las cosas excelentes, el compromiso, la perseverancia, la habilidad que tenemos de ser multitasking y nuestra gran dosis de pasión.
Empresas dirigidas por mujeres, el destaque de la mujer en las mesas de negociaciones, juntas directivas y la progresiva participación en los campos de batalla y en la política son algunos ejemplos de cómo los temas de género tienen que estar presentes.
Las mujeres líderes hemos tenido mucha disciplina, sensibilidad y capacidad de respuesta frente a situaciones inesperadas como la pandemia que estamos viviendo. La habilidad de priorizar a aquellos que son más vulnerables, el poder de determinación, la valentía, la inteligencia, no solamente nos ha llevado a cargos públicos sino a puestos globales y de gran envergadura en las corporaciones locales y multinacionales.
Esto nos lleva a concluir que la única forma de tener sistemas plenamente democráticos es con la inclusión de las mujeres en puestos claves, directivos y con compensación equitativa. Nuestra meta debe ser reclutar, capacitar y apoyar más a las mujeres. Las líderes que tenemos cargos de poder decisional tenemos que facilitar el crecimiento de otras, servir de mentoras brindando oportunidades a aquellas que no han tenido la misma suerte que nosotras de abrirnos camino con la satisfacción de haberlo logrado.
Nadie ha dicho que el camino es fácil e igual nadie puede decir que no se puede recorrer, porque con triunfos, retos y oportunidades, las mujeres lo hemos logrado. Siempre será el momento de nosotras y habrá quien diga que es ahora, pero lo cierto es que ayer nos hicimos sentir, hoy nos estamos destacando y mañana lo haremos mejor.
La autora es Chairwoman & CEO de MSSS & Management Events.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.