Desde que se estableció, en 1928, la Asociación de Industriales de Puerto Rico (AIPR) se ha convertido en propulsora importante del desarrollo económico y la creación de empleos en la isla. Tras 95 años de historia, esta organización ha sobrevivido casi un siglo de cambios, retos, luchas, transformaciones y eventos que han marcado nuestra historia económica.

Esta organización sin fines de lucro une a los manufactureros de la isla y, hoy día, cuenta con más de 900 miembros, incluyendo a la mayoría de las empresas manufactureras establecidas en la isla y a una gran variedad de industrias de servicios que también se han unido.

Ha sido casi un siglo de muchos retos, sin embargo, la AIPR ha buscado la manera de adaptarse a los tiempos y así ha logrado convertirse en “una de las organizaciones más longevas en la isla”, explicó expresó el ingeniero y empresario José L. Bolívar Fresneda, quien fue miembro de la Junta de Directores de AIPR.

“Los retos económicos en los años treinta no son los retos en el 2020, pero, lo interesante de esta asociación, es que ha sobrevivido casi un siglo, donde muchas asociaciones no sobreviven ni la mitad de ese tiempo. Eso te dice que Industriales ha podido adaptarse a los nuevos retos”, expresó Bolívar Fresneda, quien es, además, historiador, autor y coeditor de varios libros, entre ellos Contra Viento y Marea, publicación que recorre la historia de la Asociación entre los años 1928-2013.

Nuevo logo conmemorativo.
Nuevo logo conmemorativo. (Suministrada)

En conmemoración de este 95 aniversario, damos un viaje en el tiempo para conocer, de la voz de Bolívar Fresneda, los periodos que marcaron momentos importantes para la Asociación de Industriales y para Puerto Rico.

1930, década de inicio de la Asociación de Industriales con la Gran Depresión

En 1931 la Asociación de Industriales de Puerto Rico, se registró en la Oficina del Secretario Ejecutivo.
En 1931 la Asociación de Industriales de Puerto Rico, se registró en la Oficina del Secretario Ejecutivo. (Suministrada)

En este periodo en que, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos y en Europa, hubo una depresión sustancial, hubo esfuerzos federales para sacar a Puerto Rico de la pobreza y la Asociación de Industriales fue pieza clave para ayudar a los pequeños comerciantes para que pudieran sobrevivir una época difícil.

En ese entonces, el motor económico era el cultivo de la caña de azúcar, y no la manufactura, por ende, muchos de los socios de Industriales eran los pequeños comerciantes, que es lo que hoy serían los supermercados. Un pequeño comerciante de esa índole tendría muy poca oportunidad de reclamar al gobierno ayuda. Pero, Industriales fue clave en darles una voz ante el gobierno.

1940, escasez y grandes retos para los industriales

En esta época, se dio la Segunda Guerra Mundial, y, en Puerto Rico, ocurrieron múltiples cosas, entre ellas, hubo un bloqueo de submarinos, no había comida ni equipos para hacer manufactura ni fertilizantes para la agricultura. De hecho, hubo una escasez de alimentos y se tuvieron que racionar.

En ese entonces, Industriales también se transformó porque ya eran otros retos; había necesidades militares de las bases y las construcciones. Así cambiaron los retos, y los comerciantes ya eran industriales. De repente, tenían una Asociación de Industriales que ayudaba a los comerciantes en el tema del inglés, porque no todo el mundo hablaba inglés en esa época, además del tema de contacto con las bases militares. Fueron otros desafíos, e Industriales se ajustó a esas nuevas necesidades.

1950-1960, Inicio de manufactura liviana y grandes alianzas

Entramos en la época de manufactura liviana, en su gran mayoría de textiles. En ese tiempo, de repente, hubo inversiones de la Compañía de Fomento Industrial de Puerto Rico (PRIDCO, en inglés) para hacer las fábricas, pero, de igual forma, la gerencia comienza a ser puertorriqueña.

Se dio una alianza con la Universidad de Puerto Rico (UPR), de Río Piedras y Mayagüez, para desarrollar gerentes puertorriqueños y muchos se hacen socios de Industriales. Entonces, Industriales hace enlace no solamente con el gobierno y las corporaciones públicas, sino también con la UPR. De repente, teníamos un triángulo con lo educativo, las corporaciones públicas y el gobierno.

Yo creo que Industriales fue clave en ayudar a muchos empresarios a desarrollarse, hasta cierto punto, como empleados de estas compañías que vinieron a establecerse aquí en Puerto Rico.

1970

Esta década tuvo dos momentos importantes: el periodo que llega hasta el 1973, marcado por la Guerra del Yom Kipur, donde se crea un caos económico por el embargo a Estados Unidos y, eso revierte en Puerto Rico por múltiples razones, por lo que hubo que hacer ajustes.

Tres años más tarde, se comienza el proceso de crear la Sección 936 del Código de Rentas Internas e Industriales, la cual fue una pieza clave para mantener ese incentivo. A su vez, se fueron ajustando porque fueron tres décadas, pero entraron muchas fábricas e industrias pesadas. Estamos hablando de farmacéuticas, electrónicas y de manufactura de dispositivos médicos, entre otras. Industriales fue clave en defender los incentivos que promovieron esas inversiones en Puerto Rico.

El joven Héctor Jiménez Juarbe al comienzo de su carrera en la Asociación de Industriales. Fungió como director ejecutivo por 25 años.
El joven Héctor Jiménez Juarbe al comienzo de su carrera en la Asociación de Industriales. Fungió como director ejecutivo por 25 años. (Suministrada)

En ese periodo, Héctor Jiménez Juarbe, director ejecutivo de la Asociación de Industriales en esa época, fue pieza fundamental en defender tanto los intereses de los socios como los de Puerto Rico, que siempre han ido a la par.

Época pos-936, del 2000 en adelante

Caucus de la Asociación de Industriales de Puerto Rico con representantes del Gobierno, 1984.
Caucus de la Asociación de Industriales de Puerto Rico con representantes del Gobierno, 1984. (Suministrada)

En ese entonces, surgieron otros incentivos que ofrecieron tanto el gobierno local como el federal. De repente, aumenta la cantidad de socios que tiene Industriales.

Así, la primera década del siglo XXI trae otros retos: uno demográfico inmenso, en la educación, la salud, la Universidad de Puerto Rico tiene unos desafíos grandísimos y la burocracia del gobierno.

Lo importante de este breve recuento de nueve décadas, es que Industriales ha sido capaz de alterar su modelo económico, su modelo de negocio y su porfolio de socios porque ha visto que, a medida que pasa el tiempo, las oportunidades tanto dentro como fuera de Puerto Rico son cambiantes. Si quieres tener una asociación que sea relevante para el presente y para el futuro, tienes que estar atento de los nuevos retos y cambios que vienen.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.