Los aniversarios son una oportunidad que tienen las empresas no solo para celebrar sus logros y su trayectoria, sino también para autoevaluarse de cara al futuro.

“Es un tema que puede fortalecer la cultura empresarial, motivar a los empleados y mostrar gratitud hacia la clientela y los colaboradores”, sostuvo Liza García Vélez, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Puerto Rico, entidad que agrupa a unos 700 socios del sector privado y que cumple 110 años de fundación.

Asimismo, el aniversario de una empresa con una larga trayectoria puede servir para inspirar a otros negocios de reciente creación a imitar aquellas prácticas que los puedan llevar a mantenerse relevantes en el mercado por muchos años.

De acuerdo con la doctora Luz Leyda Vega Rosado, profesora de Desarrollo Empresarial y Gerencia en Recursos Humanos en el Recinto de San Germán de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, “una empresa que quiera ser longeva no se quiere retirar y debe pensar en la reinvención”.

Como ejemplo de longevidad, la profesora mencionó cinco características principales que tienen en común las empresas de 100 años o más que se mantienen en operaciones en Puerto Rico. La primera es que, si son centenarios en 2023, se trata de negocios que nacieron a comienzos del siglo XX, una época de crisis en la que enfrentaron grandes retos como el huracán San Felipe, la era de la Prohibición y la Gran Depresión. “La gran diferencia, en comparación con las que nacieron en esa época y ya no están, es que estas empresas no nacieron solo para llenar una necesidad temporal, sino una necesidad permanente”, destacó.

El segundo factor en común de los negocios centenarios en Puerto Rico es que pertenecen a industrias que proveen artículos de primera necesidad como los relacionados con la alimentación, la salud y la vivienda. Mencionó como ejemplo a la pyme E. Franco & Co., que elabora brazos gitanos en Mayagüez desde 1850.

El tercer denominador común, de acuerdo con la académica, está relacionado con las estrategias utilizadas para conquistar el mercado y mantener su sitial. “Se mantienen en innovación continua, pero escuchando al mercado”, dijo Vega. “Es importante innovar de abajo hacia arriba, escuchando a los clientes y a los empleados de primera línea, quienes tienen información que la alta gerencia no siempre ve”.

Otra estrategia es hacer alianzas con empresas sólidas dentro y fuera de Puerto Rico. Como ejemplo, recordó a la distribuidora B. Fernández & Hnos., fundada hace 135 años y que, a inicios del siglo XX, comenzó a adquirir la representación exclusiva de marcas reconocidas como la de cereales Kellogg’s. Vega resaltó que los negocios centenarios han hecho inversiones y adquisiciones que les agregan valor. “No se trata de decisiones tomadas al azar, sino concienzudamente”, afirmó.

En ese sentido, Vega destacó que “las empresas que han perdurado ahorran o retienen ganancias para hacer nuevas inversiones y no dependen continuamente de préstamos”. Mientras, García observó que estos negocios tienen una sólida estructura administrativa y se mantienen financieramente viables, para lo que es vital la satisfacción de los clientes.

La profesora añadió que las empresas centenarias han tenido que adaptarse a los cambios, incluyendo la incorporación de la tecnología en sus procesos administrativos, de manufactura y de operación diaria del negocio.

El cuarto factor en común es que las empresas longevas tienen una cultura organizacional adaptada a la cultura puertorriqueña. “Están muy atentas a lo que necesita el mercado local porque es el mercado principal al que quieren servir. No solo atienden una necesidad, sino que [también] se identifican con la cultura de un pueblo, lo que es bien importante, si se quiere perdurar”, expuso la doctora en Administración de Empresas.

“El quinto punto es tener valores corporativos serios e inclusivos para todos los constituyentes alrededor de la empresa como los clientes, los empleados, los accionistas y la comunidad en la que operan”, esbozó Vega. “Se destacan por la integridad empresarial de su gerencia y hacen que los valores se puedan vivir; que no solo estén escritos en una lista”.

Ambas entrevistadas coincidieron en señalar que los valores deben mantenerse estables, aun cuando cambien las estrategias y los modelos de negocio. “En un mercado globalizado, donde el público recibe información directamente de las marcas, este se siente identificado con los valores de las empresas con las que crecieron”, destacó la portavoz de la Cámara de Comercio de Puerto Rico.

Una vez una empresa logra permanecer muchos años en el mercado, esa longevidad se puede convertir en una ventaja competitiva. “Por la tradición, la experiencia y la madurez de la marca, siempre va a tener una ventaja sobre el nuevo. Sin embargo, esa ventaja se puede perder, si el negocio no está alineado a los cambios del mercado”, expuso García.

Vega agregó: “La longevidad le da una ventaja en términos de su capacidad para internacionalizarse y ampliar su mercado sin irse de Puerto Rico, como Banco Popular, que tiene operaciones fuera de la isla desde hace mucho tiempo”.

Para la académica, “es importante para las empresas que cumplen aniversario, sean grandes o pequeñas, celebrar sus hitos y mirar qué falta y qué se puede hacer diferente”.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.