4 claves de la inteligencia cultural
Es una de las competencias más importantes que puede tener el recurso humano, por su impacto en el fortalecimiento de los equipos de trabajo y los objetivos de la empresa
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En el mundo empresarial hay un término que ha cobrado notoriedad en los últimos años. Se trata de la inteligencia cultural —una competencia que tiene como fin desarrollar, fortalecer y transformar a los empleados, de manera que generen un impacto en los objetivos de las empresas.
La inteligencia cultural se define como la capacidad de poder interactuar y relacionarse con personas que tienen orígenes culturales diferentes, pero, al mismo tiempo, se trata de entender la cultura de la empresa en la que se labora.
“Es un concepto nuevo. Básicamente, es tú conocer cuál es la cultura de la empresa, cómo nosotros administramos esa cultura y cómo le sacamos partido a todo eso”, expresó Wanda Piña-Ramírez, cofundadora de The Human Factor Consulting Group, y quien labora en el área de administración y recursos humanos.
Ciertamente, la inteligencia cultural es una de las habilidades más importantes que puede tener la empleomanía, debido al impacto que genera en el fortalecimiento de los equipos de trabajo y en los objetivos de la empresa.
“Nosotros reconocemos que la cultura va a aceptar al empleado y el empleado va a aceptar la cultura. Así que, para nosotros administrarla, siempre es positivo que esas dos cosas se hablen para poder tener una empresa que, desde el punto de vista del capital humano, vaya cónsona con esos valores [de la empresa]. Además, que se pueda mover hacia su estrategia, porque, al final, quienes hacen que pasen las estrategias, los objetivos o los KPI (Key Performance Indicators o indicadores claves de rendimiento) son los empleados”, destacó Piña-Ramírez,
Tener inteligencia cultural implica una mezcla de habilidades, conocimientos y experiencias, ya que se entrelazan con la forma de pensar del empleado.
“Desde el punto de vista del individuo, entiendo que es una combinación de características que el ser humano trae y, conductas que recibe a través de modelaje o coaching”, reconoció Piña-Ramírez.
Para los empleados forjar esa inteligencia, una de las primeras cosas que deben aprender es a conocer la razón de ser de la empresa en la que laboran.
“Cuando hablamos de cultura, en muchas ocasiones, pasamos por alto cosas tan básicas como misión, visión y valores, o sea por qué existe esa empresa, hacia dónde se dirige [y] cómo nosotros accionamos en esa empresa, porque eso es parte de la cultura”, dijo Piña-Ramírez.
Asimismo, para Norma Dávila, también cofundadora de The Human Factor Consulting Group, y quien labora en el área de manejo de carreras, es necesario el conocimiento cultural para enfrentar los cambios en el mercado no solo a nivel local sino también internacional.
“Para hacerlo todavía más complejo, con la realidad del mundo globalizado, nos corresponde conocer cómo se hacen las cosas. Ya no es solamente conozco cómo se trabaja en Caguas, ahora tengo que conocer cómo se trabaja en Puerto Rico, Latinoamérica, Estados Unidos, y cada uno de esos sitios se divide en grupos más pequeños”, afirmó Dávila.
De igual forma, cada vez, la diversidad cultural está más presente en los entornos de trabajo, ya sea por la expansión de las empresas a nuevos países o el trabajo remoto. Ese compartir de ideas y pensamientos que, culturalmente ya son diferentes, enriquecen a la empresa y le dan un valor incalculable.
“Hay un componente bien importante cuando hablamos de inteligencia cultural y es esa capacidad la que debemos tener todos para trabajar y relacionarnos los unos con los otros, y con personas de diferentes culturas. Pero no es lo mismo trabajar con alguien de Ponce, que trabajar con alguien de San Juan. Tú debes tener esa flexibilidad de pensamiento porque, al final, lo que tú estás buscando es el mejor desempeño del equipo”, señaló Piña-Ramírez.
Desarrollar la inteligencia cultural es un proceso continuo que requiere de mucho esfuerzo y comprensión. Unas características importantes dentro de esta capacidad son tener sensibilidad, empatía, desarrollar el conocimiento y adquirir la experiencia necesaria.
1. Sensibilidad: Esto es sumamente importante, sobre todo en un ámbito empresarial, ya que nos ayuda a enfrentar y llevar sin ningún problema el actual escenario empresarial global y multicultural.
2. Empatía: Los líderes de equipo deben tener empatía, aprendiendo a respetar los orígenes culturales de cada uno de los miembros. Así voy a tener la capacidad de ver todos los puntos de vista y aprender a cómo sacar lo mejor de todo eso.
3. Conocimiento: Va desde lo más sencillo como conocerse, saber quién eres y estar pendiente a tus reacciones hasta cómo los demás reaccionan a ti y entender a otras personas de otras culturas, con otras líneas de pensamiento. Comienza a invertir en aprendizaje propio y en el de tus colaboradores. Esto implica conocer las culturas de las que provienen los miembros de tu equipo de trabajo, cómo se comunican e interactúan y qué esperan de ti.
4. Experiencia: Ahí entran los juicios críticos que debes estar tomando. Si no te conoces, no sabes dónde estás, no va a haber manera de que esas relaciones se den, y que esas decisiones de qué es bueno para la empresa y qué no, se tomen.
“Al final, la inteligencia cultural nos da un marco global. Ya no podemos mirarnos como que solamente tenemos este pedacito, tenemos que mirar a Puerto Rico en el contexto global. Es importante lograr ese entendimiento, esa conciencia y esa competencia, y eso nos va a llevar a niveles mucho más elevados de lo que hasta ahora hemos llegado”, concluyó Piña-Ramírez.
La autora es periodista colaboradora de Suplementos.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.