Quien va a una farmacia Walgreens lo sabe: en una visita puede encontrar lo que necesita y, después, ¡algo más! Pues, es que, durante los 60 años de trayectoria de la cadena en la isla, ha logrado conocer y entender muy bien las necesidades de sus pacientes y clientes, lo que se refleja en sus productos y servicios.

Por supuesto, este aprendizaje ha sido de la mano de sus empleados y de sus socios de negocios, lo que les ha permitido establecer alianzas que redundan en beneficio para todos.

Un poco de historia

“Cuando Walgreens comenzó en Puerto Rico, en 1960, fue la primera tienda fuera de lo que se consideraba el territorio principal de los Estados Unidos (mainland territory) y, al principio, hubo muchos aprendizajes que nos permitieron valorar la relación de negocios que podíamos tener a nivel local y lo vimos como una oportunidad”, destacó Walesca Miranda, Directora Divisional de Mercadeo de Walgreens, al mencionar figuras como Enrique Anglade, quien, por muchos años, fue gerente general de Walgreens en Puerto Rico; y Ana del Valle, en el área de Belleza, “quienes fueron pioneros en establecer, comenzar negociaciones y explorar cómo podíamos lograr comprar más productos a nivel local para tener más variedad, tenerlos más rápido, apoyar la economía local y, a la vez, proveer al público un surtido de productos que fuera relevante para ellos”, subrayó Miranda. Según explicó, todo comenzó como una oportunidad pequeña donde se trabajaba originalmente a nivel de tienda.

“Eran muy pocas tiendas en aquel momento y luego fue tomando forma, convirtiéndose en un proceso más estructurado al que se le fueron dedicando más recursos. Así surgió el Departamento de Compras, mediante el cual se comenzó a trabajar el manejo directo de los suplidores”, adujo.

Poco a poco, lo que comenzó como un esfuerzo de crear una farmacia que atendiera los gustos y las necesidades de la clientela y los pacientes locales fue evolucionando. De esta forma, se integraron sistemas computadorizados y se estableció el Almacén de Distribución para ampliar la capacidad de compra local, a la vez que iba creciendo la cantidad de tiendas. La operación está dividida en dos almacenes, uno en Carolina y otro en Cataño, y entre ambos representan unos 439,000 pies cuadrados de espacio. Desde ahí se sirven aproximadamente 40 tiendas diariamente y se mueven unas 900,000 cajas al mes.

De más está decir que la iniciativa fue tan exitosa que se convirtió en un modelo de negocio que la compañía ha replicado en otros mercados fuera de los Estados Unidos continentales.

"Ese modelo de negocio que comenzó en Puerto Rico se ha expandido a territorios como Saint Thomas y a estados como Alaska, Hawái y otros de los Estados Unidos continentales, es parte del enfoque de compra de la compañía conocido como regional merchandising, pero, en Puerto Rico lo llamamos “compra local”, apelando a las necesidades y a la población de esas áreas. Viene de ese concepto de cómo Walgreens se tuvo que adaptar y ver las oportunidades únicas que tenía el mercado de Puerto Rico", subrayó Miranda. “Esas diferencias y ser únicos les ha permitido tener la libertad de hacer muchas otras cosas para servir a sus clientes, junto a sus suplidores y con un porfolio de productos relevantes para el mercado”.

Las marcas que todos prefieren

De acuerdo con Miranda, en Puerto Rico, la cadena Walgreens cuenta con más de 250 suplidores que pueden proveer desde un solo producto hasta cientos.

“Estos incluyen suplidores locales, cuya operación es 100 % local, hasta suplidores globales y nacionales que tienen operaciones en Puerto Rico, como L’Oreal, Kimberly Clark y P&G. Tenemos suplidores pequeños, medianos y grandes. Desde snacks, papitas y dulces típicos, hasta esmaltes y maquillajes, con Bettina; café, con Gustos; y Holsum, que son empresas completamente puertorriqueñas”, compartió, mientras señaló que con estas marcas tienen exitosas relaciones comerciales.

También tienen relaciones comerciales de muchos años con algunas de las compañías distribuidoras más importantes de la isla, como V. Suárez, B. Fernández y Plaza Provision, “las cuales son pioneras en el desarrollo económico de Puerto Rico”, destacó, al enfatizar que estos grandes distribuidores manejan marcas multinacionales y muy prestigiosas, lo cual les ha permitido ofrecer en sus tiendas productos de marcas reconocidas, como Unilever, Kellogg’s y Del Monte, para el disfrute del consumidor local.

Otras alianzas

Las mencionadas son algunas de las tantas alianzas de negocios que le permiten a la cadena de farmacias contar con un robusto porfolio de productos, pero también tienen historias de éxito con Tilde y su marca inspiracional; una gran historia de éxito con la joyería Coral y Swift Brands, sus distribuidores de joyería, con quienes realizan proyectos hace años.

“También tenemos suplidores en consumo y nuevos suplidores en belleza”, comentó Miranda, quien dijo, que cuentan, además, con suplidores para artículos de temporada como Navidad, San Valentín o Regreso a la Escuela; con dos suplidores de flores, suplidores para las categorías de frutas frescas, huevos, remedios y muchas otros, que son únicos en el mercado local. “Tenemos un espacio dentro de nuestras tiendas para llenar todas esas necesidades”, destacó, mientras informó que un saludable 70 % o más de las categorías de consumo y belleza son compras realizadas localmente.

¡Vamos por más!

“El mercado de Puerto Rico es uno de los más importantes para la compañía y lo ha sido desde el principio, así que Walgreens va a seguir siendo parte de Puerto Rico y de nuestra cultura; y vamos a seguir sirviendo y expandiendo nuevos servicios y oferta de productos en el futuro”, confirmó.