Comienza otra semana, nos planteamos en las metas que con disciplina y práctica queremos lograr. Esta semana muchos comienzan proyectos, a comer mejor, a hacer ejercicios, estudiar, sus promesas de cuaresma, tal vez un nuevo hábito o cambio en actitud. Tenemos el día de hoy nueva oportunidad para decidir qué queremos comenzar, terminar o modificar. Nos ayuda mantenernos motivados y con persistencia trabajar para el logro. ¿Qué pasa cuando vamos por buen camino y de pronto nos descarrilamos?

Cuando deseamos hacer un cambio o ajuste en nuestro estilo de vida, actitudes o carácter, es común que precisamente en el momento que nos sentimos bien, nos relajemos y regresemos a los hábitos que precisamente intentamos eliminar.

La disposición natural del humano es inmediatamente sentirse mal consigo mismo. Se activan emociones que llevan a la vergüenza, a veces hasta rendirnos. Sin embargo, cuando añadimos alegría a nuestra evolución podría todo convertirse en una mejor experiencia, más a tono con nuestra humanidad.

Porque estamos aquí para aprender, superarnos a nosotros mismos, nuestras sombras y limitaciones. Por eso errores cometeremos en algún momento o en muchos. ¿Y sin errores cómo vamos a evolucionar? En esos casos donde nos vemos desconcentrados de la meta, distraídos o perezosos de continuar, es ahí cuando es importante activar todas las herramientas aprendidas para seguir adelante, pero, sobre todo, alegría.

Apoyémonos con risa, felicidad, motivación e inspiración nuestros procesos y seamos nuestros mejores amigos mientras evitamos el auto sabotaje. Ser un aprendiz feliz es entender que momento a momento estamos creciendo.

Entonces es mucho más saludable darnos un abrazo, enfocarnos y celebrar los pequeños logros, afinar el discernimiento y reiniciar cada vez que sea necesario lo que nos hemos propuesto. La próxima vez que te veas fuera del carril hacia tu meta, alégrate y vuelve a comenzar.

Sugerencias:

  • Enfoca en lo positivo de cada evento o situación.
  • Haz tus cambios con actitud de alegría y curiosidad.
  • Deja la culpa a un lado, siempre hay oportunidad para ser mejores.
  • Traza metas que sabes que puedes lograr.
  • Ve paso a paso hacia tus logros disfrutando el proceso.
  • Sé empático contigo mismo.
  • Busca ayuda de ser necesario.