Este fin de semana tuve el honor y la oportunidad de compartir con un nutrido grupo de madres e hijas en un evento que invitaba a la creatividad y la autenticidad. Me tocó dar un taller de autoestima. Fue fabuloso vivir la experiencia de estar todas unidas, ávidas y motivadas a seguir aprendiendo y aplicando nuevas herramientas de evolución personal.

Nuevamente, me encontré con versiones incompletas sobre el tema de la autoestima. Razón por la cual, tengo la certeza, de que se nos hace más complejo entender y monitorear el asunto en cuestión dentro de nuestras vidas personales. Todo esto, enmarcado en un contexto que va al son del furor causado por el “huracán boricua categoría 10″. Ejemplo de una puertorriqueña que luce tener la autoestima puesta en su sitio, nuestra compatriota Maripily.

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Aceptarnos como somos y desde ahí crecer, debe ser la meta. Practicarlo puede ser un reto. Hemos visto en pantalla todas las formas de emociones humanas -coraje, alegría, tristeza, confusión, celos, altanería, generosidad, sinceridad extrema y muchas otras- que podrían servir de invitación a revisarnos cada uno en nuestra propia casa, con el fin de aceptarnos sin juicio, y desde ahí, seguir evolucionando.

¿Les ha pasado que en algún momento han querido que todo sea o se sienta perfecto? A veces necesitamos exigir perfección en otros cuando nosotros no la tenemos, ni lo seremos. Precisamente, eso que vemos fuera de nosotros que puede mejorar, dentro de nosotros, de algún modo hay que atenderlo.

Aceptarnos unos a otros viene con el amor. Al inyectar amor, al escuchar con compasión, al recibir y dar, nos acercamos a sentirnos tranquilos, estables y felices, dentro de la imperfección de cada cual.

Claro que siempre se puede mejorar y mientras esa sea la intención, el camino se hace más agradable, divertido y sencillo.

Si todo fuera perfecto, las palabras amor, tolerancia y paciencia no existirían.

Celebremos la imperfección de donde quiera que venga.

Sugerencias:
  • Practicar la tolerancia diariamente contigo mismo y las personas.
  • Pensar algo positivo ante todos los asuntos.
  • Confiar en ti, en la gente y en la vida.
  • Potenciar la seguridad sobre ti y tus procesos de vida.
  • Escuchar con atención y con intención de comprender.
  • Practicar la compasión y la empatía.
  • Vivir en coherencia entre lo que piensas, dices y haces.