El inconsciente se comunica de múltiples maneras y una de ellas son los sueños. A través del sueño, los pensamientos chatarras son menos comunes y aunque la actividad cerebral puede ser alta, la mente produce pensamientos e imaginería de mayor calidad. A diferencia de cuando se esta despierto (que la mente es más concreta, literal y racional), cuando se sueña, la mente es mayormente simbólica. Esa simbología tiene un sentido, y parte del trabajo es explorarlo, descubrirlo y acogerse a esa simbología cuando se está alerta en el día a día.

Aunque pienses que tus sueños son locos, no lo son. Todo tiene un sentido para tu mente. Incluso esos sueños que parece que son continuidad de algún evento en tu vida (sea una película que viste, una conversación que tuviste, o una tarea que sigues completando), están dándote información valiosa sobre ti. Esto lo debes dar por hecho porque no es casualidad que la mente escoja las imágenes que selecciona en los sueños.

Se sueña más de lo que se piensa porque no siempre se recuerdan los sueños. Hay personas que los recuerdan en su gran mayoría. Si eres de los que no te acuerdas de nada, al estar más consciente de ellos y antes de acostarte pedir acordarte de los sueños, puedes empezar a ver mejoría. Recuerda que la mente es auto sugestionable y si te sugestiona para “yo voy a acordarme de los sueños que son sanadores para mi”, verás como tu mente responde a ello. Acoge esta declaración diariamente antes de dormir.

Para estimular la conexión con los sueños y sobretodo desde una perspectiva de trabajo personal, necesitas desarrollar una práctica consciente para ello. Mientras más abordes todas las mañanas (o si un sueño te levanta en la noche), verás como no tan solo sueñas más, sino que los sueños se vuelven otro vehículo para conocerte y entenderte más.

Los pasos para apoyar la conexión con tus sueños al despertar son los siguientes:

1. Espacio para despertar

Es importante que cuando te despiertes, te des un espacio para despertar y caer en ti mientras sigues disfrutando de la cama. Es en ese momento que incluso puedes estimular que tu mente recuerde sueños (o hasta reciba información valiosa).

2. Escribe tus sueños

Tan pronto como te levantes debes escribir lo que recuerdas de tus sueños con todo el detalle posible. Empieza haciendo una descripción de todo lo que sentiste en el sueño. Busca la forma de no pensar lo que escribes y deja que salga todo lo que salga. Aunque sea en desorden, escribe.

3. ¿Qué te llamó la atención del sueño?

Enfoca en los símbolos y las imágenes que más te llamaron la atención. Intenta escribir más sobre cada una de ellas. Piensa en si te acuerdan a algo o alguien. Lo que sientes mientras lo piensas. Ese asociar tus sueños con tu vida es importante para el análisis. Lo primero que venga a ti es. Por favor, no te auto dudes ni sobre analices.

4. Observa patrones o temas comunes

A lo mejor con un sueño, puedes identificar algún patrón o tema común en tu vida o en los sueños que vas recordando. Anótalo porque no es casualidad. También, en la medida que vayas escribiendo tus sueños, podrás notar patrones de sueños que se asocian a ti, las etapas de vida que vives, las circunstancias, las relaciones y todo lo que eres.

5. Integra tus sueños a tu presente

Intenta acoger la simbología y todo lo que sale de tu escrito de tus sueños a tu presente. Puedes hasta intentar resumirlo todo en un mensaje para ti en el presente en una o varias líneas.

Para citas con la doctora Veroshk Williams, quien es psicóloga clínica, astróloga y emprendedora de sabiduría, puedes comunicarte con su clínica Sanación Infinita PR al (787) 460-3247 o acceder a www.veroshk.com.