Lo que me tiembla
Aunque falte camino por recorrer, si avanzamos tenemos siempre que celebrar.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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El pasado fin de semana compartí con mis seguidores un video donde les digo que por más ejercicios que haga y por más saludable que coma, la grasa que tengo en la parte de atrás de los muslos nunca se va. Como acostumbro, lo hice en formato de vacilón, pero a la vez queriendo comunicarles que siempre nos quedará algo pendiente.
Algo parecido debe haber pensado la queridísima Adamari López cuando compartió en sus redes una foto dejándose ver en bikini, luego de su transformación física y mejor aún, exhibiendo las estrías provocadas por su embarazo. Demás esta decir que se ve hermosa.
Nunca tendremos satisfacción plena, pero eso no significa que no debamos celebrar ni sentir alegría por los logros alcanzados. Algunas amigas, sobre todo las que comparten conmigo la fiebre de ejercitarnos, comenzaron a enviarme vídeos donde también muestran esa parte del muslo temblando o la parte de atrás de los brazos u otras áreas que son sus trampas naturales de grasa. Me parece importante establecer metas y ser exigente con nosotros mismos. Pero, debemos también reconocer que hay circunstancias como la edad, el tiempo, la genética y un montón de otras cosas que pueden limitar el resultado, independiente de que hagamos el esfuerzo máximo.
Por eso, aunque falte camino por recorrer, si avanzamos tenemos siempre que celebrar. Se pone en agenda lo que queda pendiente, pero se celebra lo alcanzado. No se trata de ser conformista, sino de disfrutar el proceso. Conozco casos de personas que se obsesionan tanto con la perfección, que no disfrutan el resultado de su esfuerzo porque nunca están conformes. Estoy usando el ejercicio como ejemplo, pero esto aplica a la vida en general. La obsesión con lo perfecto nos hace esclavos de una aspiración muchas veces inalcanzable que se convierte en agonía. Los que hacemos televisión en Puerto Rico, lo vivimos a diario.
Por supuesto que nos gustaría presentar calidad tipo Broadway todos los días y luchamos duro para eso, por el respeto enorme que le tenemos a nuestro público. Pero nos toca hacer magia con los recursos que se hagan disponibles, que nunca son todos los que necesitamos. Aún así logramos el propósito de entretener a la gente. En ocasiones nos queda bien, a veces no tanto, pero nos satisface poner el empeño máximo para lograr el mejor resultado posible.
El esfuerzo máximo siempre es un motivo para celebrar, sin que esto implique que vamos a detener la marcha para lograr la excelencia. En esas estoy en todos los ámbitos de mi vida: el profesional, el familiar, mi vida de pareja y también con el ejercicio. Eso que me tiembla en la parte atrás del muslo a lo mejor nunca desaparece, pero siempre estará en mi agenda tratar de eliminarlo sin dejar de celebrar las otras conquistas.
Posee un bachillerato en relaciones laborales de la UPR, Río Piedras y una maestría en administración de empresas de la Universidad del Turabo. Comenzó a destacarse a principios del 2000 como comediante y animadora de radio y televisión. Desarrolló una sólida carrera como presentadora en programas tales como "Pa' que te lo goces", "Anda pa'l cará" y "Dando candela". En el 2014, comenzó su propio programa de TV, "Alexandra de noche" y al presente conduce "Alexandra a las 12". En 2017 incursionó al teatro con su stand up comedy "La casi casi primera dama", reconocido como uno de los más exitosos de todos los tiempos al vender más de 50,000 boletos en sobre 50 funciones. Se ha destacado además, como productora de teatro. Alexandra está casada con el Dr. David Bernier, excandidato a la gobernación de Puerto Rico, y es madre de Adrián y Miranda.
Sin maquillaje
La actriz y presentadora comparte varias de sus experiencias como madre, comunicadora y promotora de la cultura.