Una iniciativa que se ha convertido en un elemento de seguridad alimenticia esencial para un sinnúmero de estudiantes de la Universidad del Sagrado Corazón (USC), e incluso ha extendido sus servicios a la comunidad circundante en el área de Santurce, está celebrando sus 10 años de existencia, con la meta de seguir creciendo de cara al futuro.

El décimo aniversario de CoMesa coincide, además, con la celebración de los 145 años de historia de ese proyecto educativo.

Iris Núñez, coordinadora de acción social y voluntariado del Centro Sofía de la USC, recordó que CoMesa nació en el 2015 a partir de una necesidad que identificaron profesores al notar que “había muchos estudiantes que llegaban a sus salones sin un desayuno o sin un almuerzo”.

Los educadores se acercaron con esta problemática al Centro de Pastoral, y “acá nos dimos a la tarea de tener un microondas para que los estudiantes vinieran a calentar, quizás, esa única comida caliente en el día que tenían” para ingerir.

Ahí comenzó entonces “la tarea de buscar alimentos donados”.

A la iniciativa no tardaron en unirse empleados, estudiantes y la comunidad de Sagrado en general, así como exalumnas, que comenzaron a dar talleres de recetas, “en un espacio que teníamos, una cocina doméstica, como la tenemos todos en nuestra casa”.

“Las antiguas exalumnas comienzan a dar talleres de cocina para estudiantes universitarios, para que ellos vinieran a tener ese plato que necesitaban caliente durante el día. Es ahí que comienza el proyecto”, recordó, agregando que la realidad es que en la Universidad hay muchos estudiantes que estudian con becas, que tienen recursos limitados, y no les alcanza para almorzar o desayunar.

Un año después, en 2016, se estructuró mejor el proyecto, y se incorporó “una alianza con el Banco de Alimentos de Puerto Rico muy importante, puesto que nos permitía obtener alimentos de manera un poco más consistente, y hacer almuerzos calientes para más personas, porque el número de estudiantes siguió aumentando”.

Paralelamente, comenzaron a escribir propuestas para contar con una cocina más industrial, para servir a más personas. Obtuvieron varias respuestas, una de ellas de la Fundación Ángel Ramos, que les permitió “poder adquirir equipos importantes en la cocina para cocinar para más estudiantes”.

La hermana Madeline Ortiz Rivera, religiosa de la otrora Pastoral Universitaria, hoy Centro Sofía, abundó que, como organización cuya misión es hacer “visible y creíble” la misión de la Universidad del Sagrado Corazón para la comunidad universitaria, siempre están atentas a las necesidades de los estudiantes, “porque para nosotros educar a las personas es desde esa visión integral… y parte de ella son las necesidades físicas de las personas”.

Actualmente, la USC tiene más de 700 estudiantes residentes, que en su inmensa mayoría se benefician del programa de CoMesa.
Actualmente, la USC tiene más de 700 estudiantes residentes, que en su inmensa mayoría se benefician del programa de CoMesa. (Suministrada)

De manera que, aquella experiencia que comenzó “alrededor de un microondas” y una mesa que, precisamente, le dio el nombre de Comunidad de Mesa (CoMesa) al proyecto, no ha cesado de crecer desde entonces para atender esas necesidades de los estudiantes.

“Para la Universidad es muy importante este proyecto, y de verdad que no se ha escatimado en la inversión. La cocina era una cocina doméstica y ahora es una cocina industrial con todo”, afirmó.

De hecho, recordó que, en el 2017, cuando azotó el huracán María, “CoMesa se convirtió, literalmente, en el espacio de comida de toda la comunidad universitaria, “especialmente con nuestros estudiantes, y que teníamos en ese momento una cantidad grande de estudiantes extranjeros, que no había forma de que ese estudiante pudiera comer fuera de Sagrado. Así que eso dimensionó el proyecto. Ahí es cuando CoMesa deja de ser una cocina doméstica y da lugar a una cocina más industrial porque tomó un rol muy significativo activo para la comunidad universitaria”.

Con ese crecimiento a raíz de la necesidad que creó el huracán, CoMesa “evolucionó a lo que tenemos hoy, dos terrazas, con la cocina industrial, con microondas en las terrazas, para que nuestro estudiantado y también los empleados tengan acceso a calentar la comida, y los que no pueden traer pues tienen el almuerzo en CoMesa”.

“Así se refleja lo que es construir una comunidad solidaria en la justicia y la paz, porque lo reza, y digo lo reza porque lo dice nuestra misión, educamos personas en la libertad intelectual y la conciencia moral para que sean partícipes de una sociedad más cristiana, entiéndase una comunidad solidaria en la justicia y la paz. Y si no la construimos desde adentro, pues no va a salir, no vamos a ser coherentes con la educación integral que buscamos”, insistió, agregando que, desde de María, las necesidades no han parado de aumentar, “porque fue huracán, terremoto, Covid… aquí se repartió comida en el Covid, aquí no se paró, la acción social y voluntariado no se paró, se siguió ayudando al estudiantado de diversas maneras y a la comunidad circundante”.

CoMesa y la Universidad fueron particularmente importantes “para este sector de Santurce, especialmente el área de Villa Palmera, que es muy vulnerable”.

“De verdad que nos convertimos literalmente en un centro de distribución de comida, de platos calientes. Ahora con (el huracán) Fiona también, las últimas lluvias también. O sea, que la Universidad incide más allá de sus muros, de lo que es Sagrado, incidimos en la comunidad circundante, y eso de verdad que es muy valorado”, insistió la religiosa. “Y estamos para servir. Una universidad que no incida en la calidad de vida del País y de su comunidad circundante, pues no tiene sentido”.

Pero no se quedaron en esa expansión, pues CoMesa continuó creciendo y para 2021 comenzaron a montar un huerto, aprovechando una convocatoria del Banco de Alimentos como parte del programa Hambre Cero.

Según explicó Núñez, con el huerto, “queríamos producir alimentos limpios para nuestro comedor social universitario, que nuestros estudiantes tuvieran en su mesa alimentos saludables”.

El huerto es una iniciativa en desarrollo que ha pasado ya por tres etapas diferentes, gracias a la labor de voluntarios y colaboradores. CoMesa se ha beneficiado del huerto, donde, entre otros productos, producen “recao, plátanos, lechuga, tomate, albahaca. Y todo eso se utiliza en nuestra cocina de CoMesa”.

“Y los estudiantes son parte del huerto, puesto que hacen voluntariado también en recogido de cosechas, en siembras… Y es una parte integral de nuestro proyecto educativo”, explicó.

Además, ya cuentan con un sistema de compostaje para reciclar los residuos orgánicos.

Por otro lado, el huerto contribuye a la visión de que Sagrado sea “como el pulmón de Santurce”, y está sirviendo de espacio para que escuelas cercanas acudan allí a hacer voluntariado.

Han incorporado la hidroponía e invernaderos, asegurando cosechas para los almuerzos.
Han incorporado la hidroponía e invernaderos, asegurando cosechas para los almuerzos. (Suministrada)

Núñez destacó que, a lo largo de estos 10 años de CoMesa, “se han servido 55,341 platos calientes, y hemos tenido sobre 1,000 voluntarios”, y un estimado de más de 10,000 estudiantes que han recibido alimentos.

“Los mismos estudiantes son los que vienen y sirven a otros estudiantes, ellos se apropian del proyecto, ellos pertenecen a esa comunidad de mesa, y es como si llegaran a la cocina de su casa y servir a otros compañeros”, afirmó. “Es un proyecto que emula los valores fundamentales de una comunidad solidaria en la justicia y la paz, enseñándoles a ellos comunidad y ese servir al prójimo”.

CoMesa sirve alimentos durante cuatro días de la semana, de lunes a jueves, y los estudiantes hacen uso de ese servicio según sus necesidades, los días que lo requieran.

Actualmente, la USC tiene más de 700 estudiantes residentes, que en su inmensa mayoría se benefician del programa de CoMesa. Además, como parte de los esfuerzos para cubrir necesidades de los estudiantes, también reparten lo que llaman “mochilas solidarias”, que incluyen “una comprita de alimentos” para el fin de semana, y también durante la semana. Y por supuesto, como ya lo han hecho, “durante las emergencias repartimos alimentos, repartidos comidas, etcétera”.

El dúo aprovechó la oportunidad para, además de agradecer a estudiantes y voluntarios por su labor en CoMesa, también reconocer a todas las entidades y empresas que han colaborado con el programa a lo largo de estos 10 años.

“Y en la Universidad estamos viendo de cara al futuro cómo continuar este proyecto educativo, hacia dónde nos vamos a encaminar, y ese aspecto de compromiso social sigue siendo muy importante. Esa acción social que tenemos hay que irla afianzando, para seguir extendiendo a la comunidad circundante”, afirmó Ortiz Rivera.

“Celebramos los 145 años de historia para continuar un futuro prometedor”.

¿Qué ha pasado en este tiempo?

  • 2015: CoMesa se estableció inicialmente como un modelo basado en el apoyo de exalumnas y profesores, quienes ofrecían talleres de cocina rápida a estudiantes para que pudieran preparar alimentos en su vida diaria.
  • 2016: Alianza con el Banco de Alimentos de Puerto Rico para garantizar un suministro constante de alimentos y donación de empresa privada (Walmart) para la compra de equipos, alimentos y certificación en manejo de alimentos
  • 2017: Tras el impacto de los huracanes Irma y María, Comesa alimentó a más de 500 personas sin electricidad.
  • 2019: Modernización de la cocina industrial con una subvención de la Fundación Ángel Ramos.
  • 2021: Inició la construcción del huerto institucional y la terraza de CoMesa con fondos federales.
  • 2023: Incorporación de hidroponía e invernaderos, asegurando cosechas para los almuerzos.
  • 2024: Segunda fase del huerto, sistemas de compostaje y un récord de 427 estudiantes persistentes (93.7%), reflejando su impacto en la comunidad universitaria.