Acudir al supermercado a comprar los productos básicos para alimentarse representa gastar unos $161 por unas dos o tres bolsitas con carnes, arroz, leche, huevos y alguno que otro artículo adicional.

Lo costosa que se ha vuelto la vida a dos años de la pandemia del COVID-19 ha pasado de la queja a la triste realidad a la que han tenido que someterse, sin remedio alguno, los miles de consumidores boricuas. Ni la entrada en vigor a principios de año del salario mínimo, que fijó un incremento de $7.25 a $8.50 la hora, vino a ayudar. Solo representó una “cosquilla a la inflación” que se registra y es la causa de estos aumentos en costo, opinó el economista y catedrático de la Universidad de Puerto Rico, José Alameda.

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Fue un reciente estudio de la empresa Picodi, reportado por la revista Forbes Centroamérica, que ubicó a la Isla como el país de América Latina que registró un aumento de salario mínimo en este inicio del 2022 y donde más costoso sale adquirir la canasta básica de alimentos, la cual incluye pan, leche, huevos, arroz, queso, carnes, frutas y verduras.

La cifra que se estableció para adquirir estos productos fue de $161.26. Esta cantidad representó un 12.1% respeto al salario mínimo incrementado, que llevó a los trabajadores a devengar unos $1,328 neto mensualmente, indica el estudio.

Lo más costoso que se fijó fue la compra de carne. El estudio detalla que 13 libras representan unos $53.91. Le sigue la compra de verduras, frutas y pan, que ronda en los $25 cada uno.

Costo de alimentación básica en países de América Latina.
Costo de alimentación básica en países de América Latina. (Captura)

En comparación con otros países de América Latina, Puerto Rico superó a Guatemala y Uruguay por unos $45. Estos países quedaron en segundo y tercer lugar en torno a los países donde es más caro adquirir alimentos. Para estos pueblos, la compra representó entre 31% y 32% respecto al aumento de salario mínimo que obtuvieron sus trabajadores y que quedó muy por debajo de lo que devengan los trabajadores boricuas. En Guatemala, por ejemplo, el salario mínimo es de $325 mensuales.

Ante tal escenario, la Isla no quedó tan desventajada cuando se le comparó con otros países del mundo para establecer si es posible vivir con un salario mínimo.

“Entre los países de Latinoamérica, la posición más alta (12) en este ranking la ocupa Puerto Rico con un resultado de 12.1%, por delante de países como Estados Unidos (12.2% y posición 13) y Portugal (13.6% y posición 16) y adelantado por, por ejemplo, España (11.8% y posición 11) y Canadá (9.8% y posición 7). En cambio, los habitantes de Perú (37% y posición 50), Brasil (36.6% y posición 49) y México (35.8% y posición 46) tienen que dedicar la mayor parte de su salario a productos alimenticios básicos”, se informó.

Esta parte del estudio ubicó a Gran Bretaña, Australia, Irlanda, Nueva Zelandia y Alemania como los primeros países en los que se puede sobrevivir con el salario mínimo para alimentarse correctamente.

Los países en los que no se pudiera vivir con el salario mínimo son Vietnam, Filipinas, Armenia, Uzbekistán y Nigeria, en los que más del 63% del sueldo se va en la compra de alimentos, detalló el análisis.

Este punto fue destacado por el vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución Alimentos (MIDA), Manuel Reyes.

“Cuando lo pones en cotexto, te das cuenta que el resultado es contrario. Aunque los productos son caros, los ingresos en Puerto Rico son más altos que en comparación de Latinoamérica, cuando lo sacan porcentualmente cuánto de ese ingreso que tú recibes, de ese salario mínimo, lo tienes que dedicar a esa canasta básica. En el caso de Puerto Rico, está en 12% y eso está a la par de la economía de los países más ricos y por encima de los Estados Unidos”, resumió.

De paso, indicó que no es una sorpresa que se estipule que el precio de los alimentos en la Isla es muy costoso. Comentó que el 80% de los productos que se consumen son importados. “Eso quiere decir que se produce muy poco”, sostuvo.

Reflejo de la crisis mundial

Lo costoso que sale realizar una compra en Puerto Rico es el reflejo de lo que ocurre a nivel mundial.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés) emitió un informe el pasado 6 de enero en el que sostuvo que el índice de precios de los alimentos alcanzó en el año 2021 el nivel más elevado de los últimos 10 años.

La inflación que se registra fue responsable de este aumento de precios, indicó el director de Análisis y Política Económica de Estudios Técnicos, Leslie Adames, al proveer los últimos datos del índice de precios al consumidor en la Isla.

La inflación en la Isla alcanzó en diciembre pasado el 4.2%.

“La tasa de inflación durante los últimos 12 meses ha ido a más. En enero de 2021 estábamos en una inflación cero y durante el transcurso del 2021 ese índice ha aumentado de forma sostenida hasta alcanzar el 4.2%”, explicó el experto.

Detalló que los incrementos en los precios se vieron reflejado en un 5.6% respecto a la compra de alimentos. Pero, de áreas en específicas, como el de la adquisición de carnes, aves, pescados y huevos, la inflación fue de 10%. Los cereales, que incluye el arroz, fue de 6.7%.

Dijo que más sorprendió de la inflación fueron aspectos como el alojamiento fuera del hogar, con un aumento de 26.2% ; la compra de combustible para la vivienda, como el gas, en 25.6%, y el combustible para motores en 38%.

“Cuando vemos, el consumidor, pues, definitivamente durante los últimos meses ha experimentado una reducción del poder adquisitivo producto de la inflación”, explicó.

Las causas

Adames y Alameda coincidieron en que el cierre del mercado de China a causa del COVID-19, en momentos en que la economía estadounidense depende en gran medida de su manufactura, fue pieza clave en este repunte de los precios.

“La economía de Estados Unidos es una de servicio y trasladó la manufactura a países de Asia. Pero, ¿en este sector de servicio no se usan computadores, no se usan celulares, no se usan televisores? En el sector servicio se utiliza productos manufacturados y seguimos comprando esos productos. Al China cerrar la fábrica del mundo, se crea escazes y los precios aumentan”, explicó Alameda.

Adames también recordó que el COVID-19 creó un disloque en la cadena de abasto. A esto le sumó los efectos del cambio climático, como, por ejemplo, las fuertes nevadas que se han registrado en los Estados Unidos. Dijo que estos eventos “afectaron adversamente en la producción de alimento y se traduce en incremento de precios”.

Los economistas también trajeron a relucir que el alto costo del combustible disparó los precios del transporte de productos a la Isla por barco y avión.

Todos estos aumentos en precio han provocado que el verdadero poder adquisitivo del dólar sea 81 centavos, dijo Adames, citando cifras calculadas por el Departamento del Trabajo.

¿Qué esto representa? Que aun con el aumento en el salario mínimo, “el consumidor promedio está más pobre que un año atrás, cuando la inflación estaba en territorio negativo”, mencionó el ejecutivo de Estudios Técnicos.

El profesor Alameda, por su parte, argumentó que “el salario mínimo en Puerto Rico lo que hace es cosquilla a la inflación, porque no creo que sea una cantidad enorme (la aumentada) para sostener esta inflación. Además, la mayoría producto que compramos nosotros son importados y ya vienen en el precio determinado”.