Esto es lo que debes saber sobre el ayuno intermitente
Expertos recomiendan tomar precauciones con esta práctica alimentaria.
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Son muchas las personas que buscan la fórmula para bajar de peso y modificar su figura, pero lo hacen a través de medios no necesariamente correctos para su realidad. En las redes sociales abundan los “expertos” que dicen tener la clave para adelgazar rápidamente, a veces sin un sacrificio aparente.
Y una de las prácticas que proponen muchos de estos autoproclamados “gurús” es el ayuno intermitente, práctica que se ha vuelto popular y que consiste en no comer por periodos extendidos de horas cada día o semana.
La Clínica Mayo ha destacado que algunos estudios sugieren que el método pudiera ser beneficioso en el sentido de que reduce la cantidad de calorías consumidas, lo que puede influir en el adelgazamiento. Esto es de beneficio para personas sobrepeso, sobre todo si han desarrollado diabetes, apnea del sueño y otras condiciones. Sin embargo, se aclara que esta práctica acarrea efectos secundarios que pueden ir desde sensaciones desagradables (hambre, fatiga, insomnio, náuseas y dolores de cabeza) hasta situaciones de salud serias, particularmente para mujeres embarazadas o lactantes, pacientes renales, diabéticos y con otras condiciones de salud. Clínica Mayo especifica que saltar comidas no es la mejor manera de controlar el peso.
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En ese sentido, ¿realmente vale la pena practicarlo?
Prioriza la alimentación
“Hay alguna evidencia científica de que se puede utilizar, pero no es nada revolucionario. Es simplemente otra estrategia para uno limitar y reducir las calorías que consume”, expresó la dietista deportiva Tatiana Vélez, quien resaltó que el tipo de ayuno que se volvió viral fue el conocido 18: 6, que consiste en 18 horas sin comida y otras seis para ingerirla.
Vélez destacó que existen poblaciones que pueden optar por esta estrategia, como los jóvenes con problemas al dormir, ya que ellos son susceptibles a mayor consumo calórico. No obstante, la licenciada resaltó que en estos casos, “el enfoque aquí debería ser darle prioridad al sueño primero, entonces priorizar la alimentación”.
“Muchas personas lo hacen (ayuda intermitente) para intentar algo nuevo, como si fuera otra dieta más, pero lo hacen solos, sin ninguna guía, al igual que personas que deciden no comer nada, probar suplementos y tomar batidas diarias sin alguna supervisión. Como cualquier otra dieta, sin asesoría esto puede llevar a deficiencias nutricionales porque, posiblemente, en seis horas no consumirás lo que necesitas. Puede llevar a fatigas, (pues) si haces ejercicios no recuperas ni rindes bien”, destacó.
Vélez, por consiguiente, exhortó que la estrategia que tanto ella como muchos otros profesionales recomiendan es el control de porciones, donde se controla la cantidad de comida y meriendas necesarias para sostener las necesidades del paciente.
“Yo trabajo con atletas profesionales y yo no les recomiendo ningún tipo de ayuno intermitente, para nada, porque esto puede afectar tu recuperación muscular”, enfatizó.
Nada nuevo
La también nutricionista licenciada Carmen Névarez destacó que el ayuno intermitente no es “nada nuevo”, ya que las personas comúnmente detienen su ingesta luego de la cena hasta el desayuno del día siguiente.
Pero la experta levantó alerta en que aquellas personas que llevan esto al extremo, sin orientación de un profesional de la nutrición licenciado, pueden experimentar resultados fallidos hasta consecuencias nefastas en la salud.
“Cuando esto sucede, las personas son quienes deciden qué días comen y cuáles no. Pero cuando comen, vuelven a las papas fritas, siguen con los hábitos usuales de alimentación”, expuso antes de explicar el proceso de adelgazamiento con este tipo de práctica.
“¿Por qué se baja de peso? Porque estás 24 horas sin comer en las que se pierde mucho peso en agua. Pero cuando vuelves a comer al otro día, parte de ese peso lo recuperas y al otro día lo pierdes de nuevo. Eventualmente, al estar tanto tiempo sin comer, suben los cuerpos cetónicos, que tienen el efecto de quitarte la sensación del hambre, por lo que en cierto tiempo, las personas pueden empezar a comer menos y bajar de peso”, indicó antes de explicar que aún con los posibles resultados optimistas, un problema persiste.
“Aquí no se aprende a comer. Estos planes de alimentación donde estás 24 horas sin comer no los pueden seguir todo el mundo y si no aprendes a comer, cuando dejes esa modalidad volviste a comer como comías antes y el peso perdido lo vuelves a ganar”, apuntaló Nevárez, insistiendo que no comer suficiente implica también perder masa muscular, tejido esencial para facilitar movimiento, proteger el esqueleto, así como estabilizar y proteger las articulaciones y este es un problema serio.
“La gente no aprende a negociar con la comida, preguntarse qué va a comer, por qué lo va a comer, a qué hora va a comer... Ese concienciar de lo que yo voy a ingerir para hacer las mejores elecciones no se da cuando haces estos ayunos”, indicó.
¿Quiénes no deberían?
Nevárez, desde su pericia, indicó que existen algunas poblaciones a quienes no deberían no deberían practicar el ayuno intermitente, ni sus variaciones, especialmente si no se consulta con un experto en la nutrición.
Primera Hora te resume algunos de esos sectores quienes deben evitar esta estrategia alimentaria:
Niños y adolescentes
Pacientes con diabetes
Personas embarazadas
Pacientes en diálisis
Pacientes de quimioterapia
Por consiguiente, Nevárez hizo el llamado general a la población a no depender de “cualquier persona en las redes sociales que te diga qué vas a comer” y procurar la asesoría de un experto debidamente certificado.
“Esto es un proceso serio. El nutricionista, antes de desarrollar un plan de alimentación, tiene que hacer una entrevista con la persona para ver sus necesidades y determinar las mejores opciones. Así que el ayuno intermitente no es lo mismo que tener una alimentación restringida en el tiempo”, indicó.