Despertar con o sin alarma: ¿cuál es la opción más saludable, según la ciencia?
Es fundamental que duerma las horas necesarias.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Una de las herramientas más importantes a la hora de levantarse a realizar sus tareas diarias es la alarma, que puede programarse desde su celular o un dispositivo aparte y pueden ser beneficiosas en caso de que usted no pueda despertarse a una hora definida.
Lo importante es que usted cumpla las horas mínimas de descanso para que su cerebro realice correctamente las cinco etapas del sueño, las cuales realizan tareas específicas que garantizan el descanso del cuerpo y la mente.
En la primera parte del ciclo, conocida como sueño no REM, se atraviesan las cuatro primeras etapas. Durante la primera, está entre despierto y quedándose dormido. En la segunda, se desconecta de su entorno y su temperatura corporal baja un poco, según el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver.
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Mientras que, en la tercera y cuarta parte, se entra al descanso restaurador: su ritmo respiratorio es menor, los músculos se relajan, la presión arterial baja, aumenta el suministro de sangre a los músculos, el cerebro libera hormonas, se reparan y crecen los tejidos.
Todo finaliza en la última etapa llamada sueño REM, que dura de 70 a 90 minutos, durante la cual su cerebro se encarga de crear los sueños, los ojos suelen moverse de un lado a otro y la temperatura corporal no está tan regulada.
¿Se recomiendan las alarmas para despertarse?
Actualmente, se presenta un gran debate entre los profesionales acerca de si esto realmente puede afectar a la salud o no. Un estudio del Instituto Nacional de Salud Industrial de Japón aseguró que levantarse con estos dispositivos, de manera abrupta, puede causar problemas del corazón porque aumentan la presión y el ritmo cardiaco.
Por su parte, una de las compañías que realizan cápsulas para dormir RestWorks, defendió que despertar de manera sorpresiva con las alarmas puede provocar ansiedad del sueño, lo que le podría generar insomnio y estrés.
Sin embargo, un estudio científico publicado por la Universidad de Estocolmo estableció que los problemas descritos anteriormente pueden ser solo mitos, ya que encontraron que tener más de una alarma incluso puede traer múltiples beneficios.
En la investigación, se cuestionó a más de 1,700 personas sobre sus hábitos de sueño e invitaron a 31 jóvenes de 27 años que dormían sus horas completas, no tenían problemas de sueño y utilizaban el sonido de la alarma más de una vez para levantarse.
A este grupo de personas se le realizaron diversas pruebas con ejercicios matemáticos, cognitivos y un examen de saliva que medía los niveles de cortisol que presentaban al utilizar el despertador más de una vez y se demostró que el cortisol es mayor en aquellos que se levantan con varias alarmas. Cabe destacar que esta hormona se encarga de nivelar el azúcar en la sangre, controlar el estrés y la inflamación.
En cuanto a las pruebas cognitivas, los mejores resultados los tenían aquellos que se levantaban progresivamente con varios sonidos del despertador.