La presión de mantener un aspecto físico específico provoca ansiedad en muchos, llevando a algunos a recurrir a las redes sociales en busca de alternativas o consejos para bajar de peso. Y hay quien sucumbe a dietas de “moda” conocidas por suprimir ciertos alimentos, mayormente carbohidratos, para tratar de lograr la figura deseada en poco tiempo.

Pero, ¡ojo! La dietista licenciada Carmen Nevárez advierte que seguir estos patrones de alimentación populares no solo puede provocar una relación difícil con la comida, sino que también pueden conllevar consecuencias negativas en la salud a largo plazo.

“Nos toca a nosotros hablar y corregir esa mezcla de información equivocada que traen los clientes y que les provocan confusión al momento de crearles un plan de dieta individualizado”, expresó la experta en nutrición deportiva en entrevista con Primera Hora, refiriéndose a la preocupante tendencia de creadores de contenido en redes sociales como TikTok, donde prestan sus plataformas para promover dietas extremas y condenar grupos alimentarios, como los carbohidratos, con argumentos incorrectos.

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“Estas personas hablan de una pseudociencia, presentando situaciones que parecen lógicas, pero no tienen fundamentos científicos llevando a su audiencia a los extremos, como seguir la dieta carnívora, donde hay cero consumos de carbohidratos, lo que lo hace una versión extrema de la dieta cetogénica, que es una dieta bien baja en carbohidratos, moderada en proteínas, alta en grasas”, destacó la experta.

Entre las más divulgadas por estos creadores de contenido destacan tres: la Keto, el ayuno intermitente y la dieta paleo, que pueden provocar daños a la salud. Por ejemplo, la Clínica Mayo, que ayudó a desarrollar la dieta Keto, establece en su página web que ésta fue diseñada para ayudar a niños con epilepsia y nunca como un programa de reducción de peso a largo tiempo. En términos alimentarios la describen como “pobre” en términos de calidad por dejar fuera grupos saludables completos como los lácteos, frutas y granos enteros. Según la escuela de medicina de la Universidad Autónoma de México, la dieta cetogénica puede llevar a aumentos en los niveles de colesterol LDL y VLDL, que son los que provocan riesgos cardiovasculares.

Sobre el ayuno intermitente y la dieta paleo, la UNAM establece que pueden causar efectos negativos a largo plazo como hígado graso y aumento de lípidos como colesterol y triglicéridos, incluso en personas que están sanas. En pacientes de diabetes pueden causar hipoglucemias seguidas de hiperglucemias.

Nevárez, quien fue la nutricionista que mantuvo el ojo en la alimentación de los atletas que participaron en los pasados Juegos Olímpicos en París, aseguró que muchos de estos estilos alimentarios tienen el atractivo de reducir peso en agua rápidamente y aumentar los cuerpos cetónicos, que tienen un efecto anoréxico, es decir, disminuyen el apetito.

“Todo eso te reduce la cantidad de energía que estamos consumiendo, lo que está provocando que la persona pierda peso y eso puede ser cierta ventaja en individuos que vean cierto grado de lentitud”, destacó la experta, resaltando que otro atractivo es el factor de reducir la inflamación y resistencia de insulina en algunos individuos, lo que promueve también disminuir el peso en corto tiempo.

La dietista, no obstante, destacó que estas “dietas” no son fáciles de llevar al ser estrictas, por lo que no modifican el estilo de vida del individuo para ejercer una alimentación adecuada.

“La persona no aprende a lidiar con situaciones en donde uno quisiera comer un poco de arroz y, ¿qué va a pasar? No hay modificación de hábitos de alimentos y si no se aprende a mejorar, eso provoca aumentos de peso”, resaltó sobre la dificultad de estas “modas” de generar estilos alimentarios saludables.

Igualmente, apuntaló que seguir estos patrones alimentarios termina por elejarnos de los mismos beneficios que puede generar un plan dietético que incluya un consumo moderado en carbohidratos, que son fundamentales para proveer energía a los órganos del cuerpo para producir sus funciones vitales.

“Muchas de estas dietas también son muy bajas en fibras, que aparte de atajar el estreñimiento, la fibra que obtenemos en frutas y granos como las habichuelas es la principal comida de las bacterias que viven en nuestro intestino, aquellas que conocemos como bacterias probióticas, que generan beneficios protectores al cuerpo, que nos reducen la posibilidad de contraer cáncer de colon, y nos producen unos componentes que llamamos ácidos grasos de cadenas gordas, que promueven mejor control de peso”, resaltó.

Nevárez, por consiguiente, exhortó a los lectores de Primera Hora a tener cuidado con la información que derivan de redes sociales y visitar a su dietista o nutricionista licenciado para recibir asesoría sobre una alimentación adecuada y, además de seguir una alimentación saludable, incluyan en su rutina al menos 150 minutos de ejercicio semanal.

“Debemos tener balance en los grupos alimentarios en nuestra dieta, lo único que debemos es mantener un control en carbohidratos como los arroces, la pasta, el pan, donde no es que vamos a eliminarlos, sino reducir su consumo. Ahora, los alimentos que no están en ese proceso de balance son las comidas altamente procesadas, como los ‘nuggets’, papas fritas, pastas enlatadas; estos no necesariamente forman parte de una dieta balanceada. Tenemos que irnos a lo básico”, distinguió.