Aunque la alimentación saludable se enfatiza en el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, lácteos bajos en grasa, pescados, mariscos, huevos y otros ingredientes de origen natural, también es importante medir la cantidad de comida que ingiere al día.

Parte del cuidado en la alimentación es regular el tamaño de las porciones que se consumen, ya sean naturales o ultraprocesados. Aunque el cuerpo puede recibir más calorías de las que puede quemar, a largo plazo puede generar problemas de obesidad, presión arterial alta, ataques cardiacos, entre otras afecciones, según “Health Kids”.

La cantidad de comida sugerida dependerán de factores como su edad, peso, estatura, metabolismo, género, estilo de vida e incluso de los objetivos que tenga como aumentar su masa muscular o bajar su índice de grasa corporal. Por esto, es importante que consulte con un profesional en nutrición antes de cambiar su dieta, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

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Esto dice la ciencia

En un estudio realizado por la revista “Nature” se sometieron grupos de ratones a diferentes dietas alimenticias, en el cual se encontró que aquellos animales que consumieron una menor cantidad de alimentos vivieron por más tiempo que los que se sometían a un ayuno periódico.

Los roedores que tuvieron un plan alimenticio bajo en calorías y no bajaron mucho su peso corporal, fueron los que vivieron por más tiempo, mientras que los que perdieron una gran cantidad de peso presentaron menor energía, así como sus sistemas inmunológicos y reproductivos también se vieron comprometidos.

Los animales que comieron sin restricciones vivieron en promedio 25 meses, mientras que los que siguieron el plan de ayuno intermitente alargaron su vida a un promedio de 28 meses. Aquellos que se sometieron a una disminución del 80 por ciento de calorías presentaron un promedio de vida de 30 meses y los de la reducción del 60 por ciento mantuvieron un promedio de 34 meses.

Este estudio ayudó a comprender qué efectos tiene los diferentes tipos de alimentación y la importancia de la genética en las expectativas de vida, así como pone en duda a las dietas tradicionales, la relevancia del peso corporal, el porcentaje de grasa y los niveles de glucosa, según “Infosalus”.

No obstante, antes de realizar cualquier cambio en su dieta, lo mejor es que consulte con su nutricionista o médico de confianza, pues el estudio se realizó en animales, no en humanos. Además, cada persona tiene necesidades diferentes que deben ser analizadas por los profesionales.