El trágico colapso de los edificios Champlain Towers, en Miami, Florida, hace un mes, revive la importancia de que los condómines se sientan seguros viviendo en sus apartamentos.

Aunque la razón de dicho colapso es aún conjetura, sin duda, el efecto de los fenómenos naturales sobre un edificio es de trascendental consideración.

La preparación de un condominio ante un ciclón es como la de una gran comunidad, pero dentro de un edificio. Estos dos aspectos —comunal y estructural— son cruciales.

“Checklist” para condominios seguros

• Establezcan un plan de preparación comunal. Asignen líderes por piso que identifiquen los riesgos y las necesidades de los residentes, y trabajen la emergencia en caso de desalojo o situación por piso o apartamento.
• Familiaricen a todos los residentes con dicho plan, incluyendo preparar la “Mochila Salvadora de Reconstrucción” por piso o líder para trabajar con escombros y con el edificio. En ella pongan equipos de seguridad, capacetes, botas, guantes, herramientas, sogas y linternas.
• Inspeccionen las condiciones estructurales del edificio, su sistema eléctrico, filtraciones, cisternas y elevadores.
• Revisen las áreas de desperdicios sólidos.
• Revisen las construcciones en los alrededores o en el propio edificio que sean un riesgo. Hablen con el contratista a cargo para establecer un plan de emergencia.
• Inspeccionen el exterior, el tendido eléctrico, los postes, la acumulación de agua en el terreno y las señales de deslizamientos de tierra.
• Ante un huracán, suban el elevador al último piso y apáguenlo.
• Protejan los cuartos mecánicos y los equipos de los elevadores contra la entrada de agua.
• Cotejen que ninguna ventana o puerta corrediza esté desplazada de su marco y que estén bien fijas.
• El acondicionador de aire debe estar fuertemente anclado. En su interior, coloquen angulares en cada extremo.
• Las tormenteras de acordeón son las recomendables para los condominios.
• Establezcan un registro de las personas que permanecerán en el condominio durante el ciclón.
• Los edificios altos se diseñan para que se muevan levemente, o sea, para que oscilen de un lado a otro con los vientos.
• Dentro del edificio, establezcan un lugar seguro de reunión tipo “refugio”, en caso de que fallen las puertas, las ventanas o los cristales, o que comience a inundarse el edificio; por ejemplo, un sótanos sin ventanas y sin posibilidad de que entre agua; vestíbulos cerrados sin cristales o con tormenteras; o escaleras internas.