A menudo hacemos de lado el entrenamiento de fuerza, dándole toda nuestra atención al cardio o disciplinas como yoga y pilates. Sin embargo, un estudio reciente apunta a que los ejercicios de fuerza pueden ayudarnos a vivir más tiempo y gozar de muchos otros beneficios.

¿Por qué las mujeres deben hacer ejercicios de fuerza más seguido?

Los ejercicios con pesas de mano, bandas de resistencia, tu propio peso u otro tipo de aditamento podrían dar muchas mejoras en la salud física y mental. Hacer entrenamientos de fuerza dos o tres veces a la semana podría hacer la diferencia, de acuerdo con diferentes expertos en el tema.

Este año se dieron a conocer los resultados de un estudio realizado en Estados Unidos y dirigido por Martha Gulati, directora de cardiología preventiva de Cedars-Sinai Medical Center. En esta investigación, de 400 mil personas que conformaron el estudio, únicamente una de cada 5 mujeres realizaba un entrenamiento de fuerza de manera regular. Se determinó que ellas experimentaron grandes beneficios físicos y reducían su riesgo de muerte prematura.

Todavía existe cierto estigma en la sociedad hacia el entrenamiento de fuerza para las mujeres. De acuerdo con la Academia Nacional de Medicina Deportiva (EE.UU.), muchas mujeres lo evitan por miedo a ser “demasiado masculinas”. Sin embargo, los beneficios de este ejercicio pueden hacer cambiar de opinión a cualquiera y derribar mitos poco a poco.

Mejora la postura y reduce el dolor

El dolor crónico en cuello, espalda, hombros y rodillas puede disminuir al hacer entrenamiento de fuerza. Esto pasa porque se activan grupos musculares que suelen quedarse sin movimiento. Con el entrenamiento, el cuerpo cambia su postura y alivia el dolor en algunas articulaciones.

Desarrolla músculos y quema calorías

En otros tipos de ejercicios la quema de calorías es menor que en un entrenamiento de fuerza. Si esta es una meta para ti, el entrenamiento de fuerza podría ser una excelente opción.

Con el levantamiento de peso constante en un ejercicio de fuerza se logra aumentar la masa muscular al tiempo en que se queman las calorías. Las investigaciones, como indica Martha Gulati para NPR, señalan que es el entrenamiento perfecto para perder grasa de manera rápida. Los músculos quedan metabólicamente activos, lo que genera una constante quema de calorías aun estando en reposo.

Mejora la confianza

La autoconfianza es importante para sentirnos bien en nuestro propio cuerpo y el entrenamiento con fuerza puede mejorar la percepción que tenemos de nuestro físico. Los buenos hábitos que se forman al hacer este entrenamiento se traducen en una posible mejora en la salud mental.

Se ha demostrado, también, que los entrenamientos de fuerza mejoran los síntomas depresivos y reducen la ansiedad al practicarlos algunas veces a la semana.

Reduce el riesgo a enfermedades metabólicas

Padecimientos como diabetes, problemas cardíacos, el colesterol alto y el nivel alto de azúcar en la sangre pueden dejar de ser un riesgo alto en las mujeres que hacen entrenamientos de fuerza. Este tipo de ejercicios suelen ayudar a regular el metabolismo y disminuir la inflamación del cuerpo.

Ayuda durante y después del embarazo

Al convertirnos en mamás, nuestro cuerpo cambia y los entrenamientos de fuerza pueden ser benéficos para la estructura ósea, dando fuerza en las caderas, la espalda y los hombros. Se cree que podría ayudar a acelerar la recuperación tras el parto.

Estos ejercicios deben realizarse con la supervisión de especialistas de salud para prevenir complicaciones en el embarazo. Recuerda que es necesario consultar a un médico antes de hacer el ejercicio y buscar ayuda de un profesional que guíe el proceso.

Evita la osteoporosis

Esta una enfermedad silenciosa que se manifiesta en los huesos y quien la padece se vuelve propensa a fracturas. Sin embargo, los entrenamientos de fuerza pueden ayudar a mantener la masa ósea en buenos niveles, como se aclara en el sitio del Hospital for Special Surgery (HSS). Aunque este ejercicio es benéfico a cualquier edad es recomendable principalmente para mujeres que están cerca de la menopausia, que es cuando la perdida ósea se acelera. No obstante, se recomienda estimular al cuerpo en este tipo de entrenamiento desde la niñez con el objetivo de comenzar a desarrollar un buen crecimiento óseo.