Saber identificar los síntomas de un infarto agudo puede ayudarnos a salvar vidas. Y es que, en ocasiones, las afecciones cardíacas podrían ser graves, por lo que requerirán atención médica de emergencia. Incluso, las condiciones del corazón son la principal causa de muerte en el país, según los datos más recientes del Registro Demográfico.

En el Centro Médico Episcopal San Lucas, recibimos entre 25 a 30 pacientes con infartos agudos por mes. El infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST [STEMI, por sus siglas en inglés] es uno de los más peligrosos”, planteó el doctor Edgardo Bermúdez Moreno, cardiólogo intervencional y director del Instituto Cardiovascular San Lucas.

Cuando un coágulo obstruye el flujo de sangre y el corazón no recibe oxígeno, muere una parte del músculo cardíaco, según el galeno. El STEMI se produce por la ruptura de una placa dentro de la arteria que causa una obstrucción total y, por consiguiente, un ataque al corazón.

Y, ¿cómo sé si estoy experimentando un infarto agudo de miocardio? Por lo general, los síntomas de un STEMI incluyen fuertes palpitaciones, sudoraciones excesivas, náuseas recurrentes, falta de aire y presión en el pecho.

“Los síntomas varían según los casos. Ciertos pacientes experimentan dolor torácico de tipo opresivo, ardoroso o quemante. Pueden describirlo como si tuvieran una plancha o la pata de un elefante encima del pecho”, comentó Bermúdez Moreno.

Agregó que las personas también deben estar alertas ante señales leves como sudoración fría, pérdida de conocimiento, dificultad respiratoria, sensación de ir al baño, síncopes y dolor de cabeza.

En algunas instancias, las molestias surgen en la zona de las extremidades o la quijada. El galeno indicó que si los síntomas perduran por cinco minutos o más, el paciente debe actuar de inmediato y acudir a un médico o visitar la sala de emergencia más cercana.

Señaló, además, que las personas que sufren hipertensión, diabetes, colesterol alto y estrés tienen mayor riesgo de sufrir un infarto agudo.

Diagnóstico y tratamiento

Para alcanzar un diagnóstico, los médicos realizan un electrocardiograma. Esta prueba resulta fundamental porque revela una alteración en las fuerzas eléctricas del corazón. Bermúdez Moreno añadió que mediante este examen pueden determinar si la persona necesitará que se realice una apertura urgente de la arteria coronaria.

Ante la llegada del paciente, los médicos deberán actuar con premura. “Se le tomarán los vitales, se medirá el pulso y se observarán las presiones. Veremos el estado general del paciente y, mediante el electrocardiograma, podremos percibir si existe una elevación en los segmentos ST. Los resultados dependerán del tiempo que se tarde el paciente en recibir el tratamiento adecuado”, detalló el especialista con 22 años de experiencia.

Los tratamientos para abrir la arteria coronaria son diversos. Por ejemplo, algunos médicos optan por procedimientos fármaco-invasivos. Este tratamiento se basa en la utilización de trombolíticos para disolver un coágulo grande con rapidez.

No obstante, los centros de salud terciarios cuentan con especialistas y equipos tecnológicos para realizar angioplastias coronarias. Desde allí, los cardiólogos intervencionistas, ecocardiógrafos, anestesiólogos, cirujanos cardiotorácicos y personal de sala de operaciones se unen para reparar la arteria obstruida.

“Tenemos las facilidades para activar un equipo de especialistas y abrir la arteria en aproximadamente 35 minutos o una hora. Utilizamos balones, aparatos para extraer los trombos y la implantación de un stent de manera rápida”, aseguró. Un stent es un pequeño tubo de malla que impide el cierre de una arteria.

Mientras más temprano se administre el tratamiento, se reduce la posibilidad de resultados adversos. El tiempo es clave para evitar la destrucción del músculo.

“Un paciente con un infarto agudo que no se trate de la mejor manera puede presentar complicaciones. Esto puede tener un impacto directo en el ventrículo y afectar su funcionamiento. También, pueden ocurrir arritmias cardíacas que son letales”, aclaró Bermúdez Moreno.

Para prevenir un infarto, el cardiólogo intervencional recomendó a las personas mantener hábitos saludables, controlar la diabetes, monitorear la presión, hacer ejercicios y tener una vida activa.

“La mejor forma de abrir una arteria es utilizar cualquier método que esté disponible lo más temprano posible. En el Centro Médico Episcopal San Lucas, contamos con un equipo experimentado y las mejores salas para poder ayudar a nuestros pacientes”, subrayó.

Para más información sobre los servicios del Instituto Cardiovascular San Lucas puede llamar al 787-844-2080 o visitar www.sanlucaspr.org. Para obtener una cita con el doctor Bermúdez Moreno puede llamar al 787-813-0550.