Dios quiera que mi amiga no lea este blog hoy.

“Juana” (nombre de mentiritas porque si no me mata), me contó que en las postrimerías de su relación le era muy difícil sostener relaciones sexuales con su pareja.

No era que le diera asco, como regularmente solemos escuchar, sino que sencillamente ya no lo deseaba, ya no le interesaba, en fin, que ya no sentía nada por él.

Mientras conversábamos sobre la fórmula que ella utilizaba para “cumplirle” a su marido en la cama fue inevitable reírnos a carcajadas.

Juana me dejo: “ay, Jany, lo que yo hacía era pensar en otro”.

QUE QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!????? Jajajajajajja…

Pero la pasada expresión de asombro y las carcajadas no fueron porque me dijo que pensaba en otro. Esas vinieron inmediatamente después que dijo el siguiente nombre: BRAD PITT.

Mientras nos reíamos con la botella de champán barato al lado, no pude evitar pensar que, como Juana, son muchas las personas que tienen que recurrir a esta técnica para pasar el mal rato no taaan malo.

Siempre he escuchado que a los hombres les encanta pensar en otras mujeres, así como actrices súper sensuales y hasta del ambiente porno, cuando tienen sexo, pero que lo hacen más como una diversión. Sin embargo, esta chica me decía que claramente lo hacía como un escape, una forma de olvidar que en ese momento estaba haciendo algo que no deseaba. Nunca lo llamó “violación”, pero eso es otro tema.

Y de la risa y la gracia, pasé a la tristeza y medité: ¿hasta cuándo tenemos que los seres humanos sacrificar nuestra sexualidad y placer por complacer a otra persona? ¿Por qué lo hacemos?

¿Qué lleva a una persona a aguantar en una relación que no le satisface?

Escríbeme a janizabeth.sanchez@gmail.com.

Besos de miel…