Seductora la Piedra del Indio en Ceiba
La Piedra del Indio es un lugar mágico que permanece inalterado dentro de los terrenos de la antigua base militar Roosevelt Roads, en Ceiba.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Ceiba. Cuenta la tradición oral que, hace miles de años, los caciques del área este de la Isla se reunían cuando había luna llena cerca de una piedra para implorarles a los dioses que la pesca fuese prolífica.
La Piedra del Indio es un lugar mágico que permanece inalterado dentro de los terrenos de la antigua base militar Roosevelt Roads, en Ceiba.
Su ubicación es estratégica, y no por casualidad. Según consta a lo largo y ancho de la Isla, los indios taínos elaboraban petroglifos en lugares geográficamente importantes. Al norte de la Piedra del Indio se observa clara e imponente Vieques. Justo al sur se erigen los picos de El Yunque. La roca se eleva sobre una pequeña península de mangle desde la cual se observa la hermosura de la bahía Ensenada Honda.
La Piedra del Indio lleva impreso un conjunto de petroglifos que incluyen dos figuras con caras, una más baja que la otra. Las figuras están envueltas en unas mantas con cruces, que muy bien pudieran ser las mantas con las que se envolvían a los muertos para ser enterrados en los tiempos de los taínos. Al extremo inferior derecho se puede apreciar un rostro más pequeño. Al caminar hacia la parte de atrás de la enorme roca, uno se topa con un grupo de piedras que forman un círculo o una plaza, donde se hacían los rituales.
“En Puerto Rico tenemos que comenzar a pensar en estos lugares como unos de mucho valor para el turismo cultural y arqueológico. Estamos hablando de que este arte rupestre puede remontarse al año 800 después de Cristo. El área donde está la base es rica en yacimientos y todos esos debemos conservarlos, potenciarlos, convertirlos en un atractivo turístico y romper ya con la tradición de los hoteles y casinos”, estableció el arqueólogo Federico Freytes, de la Fundación Educativa Caribe Arqueológico.
Urge su protección
El experto asesora a la Alianza Pro Desarrollo de Ceiba (Aprodec) para lograr que la Marina traspase la Piedra del Indio al Departamento del Interior federal o a alguna agencia de gobierno para que sea inscrita en el Registro Nacional de Monumentos Históricos y no pueda ser vendida al mejor postor.
Naida Dávila, portavoz de Aprodec, está a la espera de que la Marina complete el proceso de nominación de la Piedra del Indio para figurar en el Registro.
Según recordó, en el año 1999, el Gobierno federal hizo unas evaluaciones en el lugar y determinó que la Piedra era elegible.
Sin embargo, el tiempo ha pasado y posiblemente, por falta de fondos, la gestión no ha sido concluida.
“Lo que falta es el trámite de seguimiento a la nominación. Y es importante recalcar que, bajo el National Preservation Historic Act, los lugares que son elegibles como la Piedra no pueden ser vendidos”, dijo, por su parte, el vicepresidente de Aprodec, Manuel Martínez.
De acuerdo con Aprodec, dentro de los terrenos de la antigua base militar ubican estructuras importantes que deben ser preservadas.
Dávila mencionó la Casa de la Reina, una estructura construida para resguardar a la reina inglesa durante la Segunda Guerra Mundial.
“Desde hace años, el Gobierno federal supo de estos yacimientos dentro de la base. Incluso vasijas y otros objetos fueron llevados a la Universidad del estado de Florida y nosotros queremos que estén aquí en Puerto Rico”, dijo Dávila.
Agregó que ha hablado con el alcalde de Ceiba para que en el pueblo se pueda edificar un museo que albergue todos esos tesoros de la época de los taínos.
A finales del mes de abril, el gobernador Luis Fortuño visitó la base Roosevelt Roads y anunció la construcción de un hotel ecológico o Eco Lodge.
Como parte del concepto de La Riviera del Caribe, propuesta gubernamental para la zona, se vislumbra que la antigua base se convierta en una zona comercial donde haya tiendas, hospederías y mejores servicios de transportación para Vieques y Culebra.
En ese sentido, el vicepresidente de Aprodec sostuvo que “el desarrollo puede coexistir con una propuesta de turismo arqueológico. Ésta debe ser vista también como algo que puede generar dinero”.
Dávila, por su parte, hizo un llamado al Gobierno a reconocer el potencial turístico de la zona comenzando por el Corredor Ecológico del Noreste, El Yunque, el corredor arqueológico que pudiese establecerse en la antigua base, además de Vieques y Culebra. En las próximas semanas, el Departamento de Recursos Naturales recibirá 3,400 cuerdas.