Para muchos, el anuncio cambia por completo su futuro, pues entienden que la movida terminará siendo una lanza mortal en su manera de ganarse el sustento.

Un establecimiento que se verá afectado directamente por este súbito cambio es la Farmacia Santa Isidra, que ubica en la ruta hacia el terminal de lanchas y que sirve a muchos de los residentes de Vieques y Culebra. 

“Para mí es noticia de ahora, no sabíamos nada. Me acabo de quedar en shock. Nos coge de sorpresa, porque no nos dejan prepararnos a los pequeños negocios que apenas estamos sobreviviendo”, expresó Banessa López, empleada del lugar. 

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A su vez, Eliezer Cariño, asistente y encargado del área del recetario, entiende que la mudanza del puerto representaría una pérdida del 30% al 50% de sus ingresos por el despacho de medicamentos.

“Les damos servicio a los pacientes de Vieques y Culebra. Ellos envían su receta por email y vienen a recogerla. Se las preparamos rápido para que no tengan que esperar y muchas veces prefieren quedarse aquí, comprar sus cosas y luego regresar al terminal, porque la transportación para Walmart les cuesta $15 con un carro público. Ahora si se va el terminal, perderíamos la mitad de nuestra clientela, incluso más, porque además de los residentes de las islas municipio, muchos de nuestros clientes vienen porque trabajan en el área de las lanchas o son turistas”, explicó Cariño.

A pesar de que ambos empleados habían escuchado de las intenciones del gobernador Ricardo Rosselló, de hacer realidad la famosa ruta corta, pensaron que los planes no se materializarían.

“Nos sorprende, porque sí sabíamos de los rumores del cambio, pero luego nos dijeron que eso no se iba a dar y que lo que iban a hacer era aumentar la tarifa, pero que se iba a quedar en Fajardo”, sostuvo Cariño.

“Pensé que como eso lo dijeron de la boca pa’ fuera, como dicen muchas cosas, pues no creímos que se iba a dar. Ahora con esta noticia me acabo de quedar en shock porque efectivo el mes que viene esta farmacia la convertiremos en El Criollazo, que es un supermercado para proveerles carnes y otros alimentos de primera necesidad a los que vienen de Vieques y Culebra que tienen la necesidad de comprar sus cositas cerca para llevárselas”, explicó López.

Otra que no tenía idea de la noticia era la Sra. Ramos, quien ha laborado toda su vida en unos estacionamientos que ubican en los alrededores del terminal marítimo, por lo que la noticia le cayó como un balde de agua helada.

“No tenía conocimiento. Me acabo de enterar. A mí me afectaría muchísimo porque yo manejo otras cosas que dependen de los viajes de Vieques y Culebra, como dos estacionamientos y un puesto de pinchos. Si es así, yo perdería la oportunidad de hacer cualquier cosa que tengo accesible, porque yo soy residente de aquí mismo y he hecho esto casi toda mi vida. Trabajo aquí porque tengo que cuidar de mi papá, que es mayor y no puedo dejarlo solo, por eso entro y salgo para verlo”, indicó Ramos, quien tras pasar el trago amargo de la noticia dio su opinión. 

“Lo están haciendo todo tras bastidores, lo tienen todo oculto. No ha habido un procedimiento ni han invitado a las personas que se afectan a que den su opinión en vistas públicas. Creo que tanto las personas de Fajardo, como las de Vieques y Culebra deberían ser consultadas. Fuera de mi inquietud, lo que más me preocupa es esa gente que no tienen transportación para hacer sus cosas”, dijo la comerciante.

Por su parte, Abby Casillas, cajera de la estación de gasolina EcoMax -que ubica en ruta hacia el terminal-, entiende que las ventas comenzarán a ser un problema tan pronto se dé el cambio de las lanchas. 

“Se afectarían las ventas, porque aquí vienen muchos turistas que se paran para echar gasolina y para comprar sus otras cosas. Si lo cierran, se va a sentir el cambio en las ventas”, aseguró.

Otro comerciante que está preocupado es José A. Morales, quien junto a su esposa maneja desde el 1987 el Hospedaje de Señoritas, en la calle unión de la urbanización Santa Isidra. La mayoría de sus inquilinas son jóvenes que provienen de las islas municipio y cursan estudios en la Universidad Interamericana de Fajardo.

“Todas nuestras inquilinas son de Vieques y Culebra, a excepción de una que es de Guánica. Este cambio del terminal afecta todo, porque ellas vienen y estudian dos y tres días a la semana y antes venían unas horas antes en lancha y hasta a pie. Ahora van a tener que cambiar sus horarios, no se pueden ir del hospedaje a pie al terminal y no sé cómo van a hacerlo”, expuso Morales.