Con el simple hecho de mirarlas probablemente usted no podrá saber cuál es cuál. Claro, a menos que sea agricultor, que la mata haya echado fruto o que usted sea el gobernador Alejandro García Padilla.

Distinguir entre una mata de plátano y una de guineo no es tan sencillo como parece. A pesar de que, como puertorriqueños,  tenemos bien claros que el mofongo es de plátano y los pasteles de guineo, lo que para nosotros no es tan evidente es diferenciar las matas de dos de los frutos reyes de la cocina puertorriqueña.

“Es complicado porque se parecen tantos. Visualmente pueden ser prácticamente idénticas.  Solamente el que está acostumbrado a verlas, las conoce”, indicó el presidente de la Asociación de Agricultores, Juan A. Reyes.

Pero, como  todo, hay su truquito, dijo el agrónomo sobre esos pequeños detalles que nos ayudarán a identificar una versus la otra.   Una de las más visibles diferencias es el color del tallo,  dijo.

La mata de plátano tiene el tallo color blanco-amarillento y el del guineo, no sólo es más oscuro sino que también tiene manchas. Otro detalle que las diferencia es el tamaño y apariencia de la hoja que en el caso de la mata de guineo son más verdes y anchas.

En cuanto a la altura ahí la cosa se torna más complicada, pues entran en juego diferentes factores, como el tipo de suelo,  si es costa o campo,  la semilla, la cantidad de lluvia y hasta la densidad poblacional, abundó el agrónomo quien cultiva plátanos en Morovis para establecer que no se puede determinar cuál de las dos es más alta.

Ya obtenido el fruto, el cual se da entre diez a 12 meses,  todo se vuelve más sencillo. El guineo produce más fruta que el plátano, aunque más pequeñas. A la hora de la cosecha, el racimo de guineo se tiende a embolsar para evitar las plagas.

En una actividad pública el domingo, el gobernador volvió a manifestar su orgullo por haber sido criado en el campo y no en el área urbana. Entre las muchas ventajas que trajo consigo  es un dominio para distinguir una mata de plátano y una de guineo, aunque su dominio en el inglés no sea el esperado por algunos debido a su posición de dirigente de un país. “Ahora bien, aquellos que quizás hablan inglés mejor que yo, y que no les gusta como yo lo hablo, y que se sienten de la loza, yo sé la diferencia entre una mata de plátano y una de guineo”, afirmó.