Comienzan a elevar famosa estatua de Cristóbal Colón
El inicio de la fase de ensamblaje de piezas pone fin a los años de vagar por Puerto Rico de una estatua esculpida en bronce y construida en 1991.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Puerto Rico trabaja con sigilo en la instalación, frente al mar, de una monumental estatua de Cristóbal Colón que duplica en altura a la Estatua de la Libertad y que, en dieciocho meses, está llamada a convertirse en la más elevada de América.
El enclave elegido para este histórico proyecto es el municipio de Arecibo, en la costa norte de la isla. A tan sólo unos metros de la costa, y frente a una de sus paradisiacas playas, se levantará una estatua de 90 metros de altura y 600 toneladas de peso, obra del veterano escultor ruso Zurab Tsereteli.
El empresario local José González Freire, dueño del terreno, ha tomado las riendas del proyecto con el que se pretende atraer a un millón de visitantes anualmente a esta localidad, de gran belleza paisajística pero alejado de los circuitos turísticos más habituales en la isla.
El inicio de la fase de ensamblaje de las piezas, a la que no se ha dado apenas publicidad, pone fin a años de vagar por la geografía de Puerto Rico de una estatua esculpida en bronce y construida por el artista ruso en un lejano 1991.
Tsereteli trató de instalarla un año después de su construcción en Estados Unidos, pero las autoridades de ese país le negaron los permisos, por lo que el Ayuntamiento de Cataño, vecino a la capital puertorriqueña, la acogió, aunque la falta de fondos y apoyo público hizo que acabara en Mayagüez, en el extremo oeste de la isla.
La idea era erigir allí la monumental escultura coincidiendo con los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se celebraron en el lugar para 2010, algo que tampoco llegó a ocurrir.
Finalmente, y según explicó a Efe el propio González Freire, presidente de la compañía de alimentación Pan American Grain, éste llegó a un acuerdo con Tsereteli, de cuyo bolsillo sale parte del millonario costo de un proyecto que ha traído a la isla caribeña a todo un equipo de treinta operarios rusos que trabajan ya en el montaje.
“Se convertirá en el monumento más grande del hemisferio americano”, asegura González Freire, convencido de que la instalación potenciará el desarrollo turístico de esa parte de la costa norte de Puerto Rico.
El empresario promete que “en el verano de 2015 estará levantada la estatua”, que ha permanecido almacenada por piezas en el Puerto de Mayagüez durante años, y prevé el desarrollo en la inmediaciones de restaurantes, tiendas y toda la infraestructura necesaria para dar servicio al esperado millón de turistas que espera recibir cada año.
“Todo el mundo lo va a ir a ver”, asegura, tras recordar que la estatua de Arecibo tiene una “hermana” en Sevilla, “El nacimiento del hombre nuevo”, conocida popularmente como “el huevo de Colón”, ubicada en el Parque de San Jerónimo de la ciudad española.
De poco más de treinta metros de altura y obra también de Tsereteli es una donación del Ayuntamiento de Moscú a Sevilla, que quedará empequeñecida al lado de los noventa metros de la de Arecibo.
El arquitecto encargado del proyecto de instalación es Roberto Alcina, quien ha explicado a Efe que el proceso de montaje es tan complejo como el que puede suponer construir un edificio de treinta pisos de altura.
Alcina subrayó que es difícil imaginar la magnitud de la estatua, pero que para tener una referencia se debe pensar que sobrepasará por mucho a la famosa Estatua de la Libertad de Nueva York.
El arquitecto dijo que parar levantar la estatua hay trabajando a tiempo completo treinta operarios rusos en Arecibo, apoyados por otro equipo de ingenieros de estructuras llegados de Nueva York.
“La estatua se compone de tres mil piezas de bronce que pertenecen a tres fundiciones distintas”, apunta Alcina, para quien las obras de instalación requieren un elevado nivel de exigencia técnica.
La estatua está formada en sus primeros veinte metros de altura por hormigón armado que se reviste además de un armazón de acero.
El arquitecto relata que el propio Tsereteli vendrá durante este año a Puerto Rico a supervisar la instalación y que uno de sus nietos se desplaza con frecuencia a la isla para seguir directamente el estado de los trabajos.
A los noventa metros de la figura se le deben sumar los cerca de veinte metros de altura de la loma en la que se va a instalar y un metro del pedestal que servirá de base, por lo que será una de las estructuras más altas de Puerto Rico, sin incluir las antenas de transmisiones.
El trabajo de Tsereteli incluye otras obras monumentales como la estatua de Pedro I de Moscú o la clave de sol que corona la el Centro Internacional de Artes Escénicas de la capital rusa.
Nacido en Tiflis en 1934 -entonces territorio soviético-, Tsereteli ha sido presidente de la Academia de las Artes rusa.