Recién nacido sufre herida abierta en una oreja
Se indicó de forma preliminar que el padre, de 33 años, y la madre, de 22, alegaron que fue el propio bebé quien se desprendió la oreja.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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La División de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores del área de Aguadilla junto al Departamento de la Familia investiga desde anoche las circunstancias en las que un infante de 27 días de nacido resultó herido en la oreja derecha.
Inicialmente en el informe de novedades se había informado que el bebé había sufrido el desprendimiento de la oreja a causa de una herida profunda, pero en horas de la mañana de hoy el comandante Roberto Rivera, director de los Cuerpos de Investigación Criminal reveló que el menor presenta “una laceración abierta pequeña”.
Según la información que ha continuado fluyendo a base de la investigación a fondo el padre del menor lo alimentó y lo colocó en la cuna y dejó a su otro hijo de dos años junto al infante mientras entró al baño, cuando salió lo encontró herido.
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El informe de la Policía indica que a eso de las 7:00 p.m. los padres trasladaron a la criatura hasta el hospital Buen Samaritano, en Aguadilla para que se le atendiera la herida.
Tras ser examinado por el médico de turno se decidió trasladarlo al Centro Médico de Río Piedras para que fuera evaluado por médicos especialistas.
“Lo refirieron al Centro Médico para que un especialista le tomara puntos de sutura y aunque el médico indicó que no sufrió daños en el tímpano se decidió que lo debía certificar un especialista”, observó el comandante a base de la información que le ofrecieron los investigadores.
Inicialmente, el padre, de 33 años, y la madre, de 22, alegaron que fue el propio bebé quien se desprendió la oreja.
En esta etapa de la pesquisa se indaga todavía si el menor fue víctima de maltrato o de negligencia ya que de acuerdo con los médicos un infante tan pequeño no tiene la fuerza para causarse ese tipo de lesión.
El sargento Alberto López Galloza y el agente Yaret Torres Lebrón, ambos adscritos al Distrito de Aguadilla, en unión a la agente Nelson Villanueva, de la División de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores, y el técnico social Juan Pérez, del Departamento de la Familia, se hicieron cargo de la investigación.