Supremo alemán reconoce el derecho de menores a conocer a su padre biológico
La sentencia del Supremo establece que "no se puede exigir una edad mínima" para ejercer ese derecho.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Berlín - El Tribunal Supremo alemán reconoció hoy el derecho de los menores de edad a conocer la identidad de su padre biológico, después de la reclamación presentada por dos hermanas de 12 y 17 años concebidas gracias al semen de un donante anónimo.
La sentencia del Supremo establece que "no se puede exigir una edad mínima" para ejercer ese derecho y aclaró así una de las lagunas que había dejado el Tribunal Constitucional germano cuando en 1989 determinó el derecho de los hijos a conocer la identidad de los padres.
Aunque no hay cifras oficiales, los medios locales estiman que en Alemania alrededor de 100,000 personas han sido concebidas a partir de donaciones de esperma.
Las clínicas de reproducción asistida garantizaron durante muchos años el anonimato, aunque desde 2007 la legislación germana establece que los centros deben aclarar a los donantes que los hijos concebidos con su esperma tendrán derecho a contactar con ellos en un futuro.
Las clínicas están además obligadas a conservar la ficha identificativa de cada donante durante un plazo mínimo de treinta años.
Las dos hermanas que iniciaron este proceso judicial recurrieron a los tribunales después de que una clínica de reproducción asistida rechazara facilitarles información sobre su padre biológico.
Según explica el Supremo en un comunicado, la madre y el padre legal de las niñas habían renunciado en su día ante notario al derecho a conocer información sobre el donante, pero decidieron actuar como representantes legales de sus hijas ante los tribunales cuando éstas pidieron conocer la identidad del padre biológico.
Un juzgado les dio la razón en primera instancia en 2013, pero la clínica recurrió y la Audiencia provincial de Hannover rechazó su petición y estableció que sólo podrían conocer la identidad del donante cuando tuvieran 16 años.
El Supremo invalidó hoy este requisito al considerar que la limitación de ese derecho causa más daño al niño que al donante de esperma.