Condenan a ocho años de cárcel al "dentista del horror"
Se le adjudica destrozar las bocas de un centenar de pacientes.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
PUBLICIDAD
París.- La Justicia francesa condenó hoy a ocho años de cárcel al conocido como "dentista del horror", el holandés Jacobus Van Nierop, considerado culpable de haber destrozado las bocas de un centenar de pacientes entre 2008 y 2012.
El Tribunal Correccional de Nevers (centro de Francia) inició el pasado 8 de marzo este juicio contra Van Nierop, quien en su primera declaración aseguró que la gente "no le interesaba" desde la muerte de su esposa y admitió su responsabilidad en los hechos que se le atribuyen.
En esa primera comparecencia, sin embargo, afirmó que no recuerda muchos de los más de cien casos que se le imputan, que le valieron los cargos de mutilación, violencia sobre personas vulnerables o estafa, entre otros.
El tribunal le prohibió hoy ejercer de forma definitiva y le impuso también diversas multas por valor de 10.500 euros.
Van Nierop, de 51 años, llegó de Holanda en 2008 para establecerse en la localidad francesa de Château-Chinon, donde causó a sus pacientes daños como graves infecciones o problemas en la mandíbula.
Al poco de llegar a esa pequeña población comenzó a distinguirse por sus brutales prácticas, que le llevaron a arrancar hasta ocho dientes en una sesión o a facturar diecinueve actos médicos a la Seguridad Social en una intervención de solo diez minutos.
Tras estallar el escándalo, huyó a Canadá, de donde fue expulsado rumbo a Holanda, que lo extraditó a su vez a Francia, donde permaneció detenido desde entonces.
Según recogen los medios locales, una de sus víctimas, Sylviane Boulesteix, de 65 años, dijo que estuvo sin dientes durante un año y medio tras pasar por la consulta del holandés, antiguo jugador de rugby y muy apreciado a su llegada a una zona sin apenas profesionales de la salud.
No fue hasta 2011 cuando el colegio de dentistas quirúrgicos presentó una queja contra el hombre por prácticas ilegales, en un proceso al que se sumó la Seguridad Social y en el que la fiscalía ha destacado que varias de sus víctimas sufren todavía secuelas importantes.