Mujer relata angustia para conseguir empleo por ser lesbiana
Jessenia Adorno relató en las vistas públicas del Proyecto del Senado 238 cómo por su orientación sexual y su apariencia física no ha podido conseguir trabajo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Con la voz temblorosa y las lágrimas apunto de brotar, Jessenia Adorno relató en las vistas públicas del Proyecto del Senado 238 cómo por su orientación sexual y su apariencia física no ha podido conseguir trabajo, situación que le ha causado una tremenda angustia al punto de pensar en el suicidio.
Adorno fue empleada del Servicio Postal de los Estados Unidos en Puerto Rico por contrato durante 13 años. Ella considera, así como la abogada Ada Conde, que perdió simplemente el empleo por su orientación sexual.
“Estoy desempleada y desesperada”, declaró la mujer de 36 años mientras relataba que fue criada en un hogar de religiosos que no le permitían afeitarse las axilas y las piernas porque era “pecado”.
Según la mujer, durante sus primeros cinco años en el empleo no tuvo ningún problema. Esos primeros años ella vestía ropa de mujer y llevaba el pelo largo.
“Yo no entré de esta manera, como me ve. Cuando entré tenía el pelo largo, usaba camisa de nena, pantaloncitos de nena, para que no hubiera problema”, dijo este viernes en una audiencia pública.
No obstante, todo este ambiente cambió luego de optar por no seguir negándose lo que ella siente y comenzar a vivir con su verdad.
“Ya no puedo dejarme crecer el pelo y vestirme de otra manera... he entregado muchas solicitudes y no me han llamado. Me he ido así (pelo al ras, camisa manga larga de botones y pantalón largo de hombre) para que me vean porque esta que usted ve aquí soy yo”, clamó la mujer autoproclamada lesbiana.
“No me puedo poner una falda y un ‘skinny jean’ porque esa no soy yo. Yo no quiero andar a escondidas. Ya yo me cansé”, dijo casi llorando.
Tras escuchar el relato de la mujer, el senador Ramón Luis Nieves, expresó que “es inmoral que el estado de derecho actual provoque las situaciones que ustedes están viviendo. Para los que dicen que esto es una agenda gay que yo me he inventado aquí están los casos reales. Esperamos hacerles justicia”.
El testimonio de Adorno fue parte de un largo día de discusión en el salón Leopoldo Figueroa del Senado, en el que se pondera el Proyecto 238, que busca que se prohíba la discriminación por razón de género y orientación sexual en el empleo.
Careo legislativo y pastoral
Más temprano en la tarde, el silencio y la seriedad que permea en esta vista pública se rompió con un estridente aplauso de los defensores de los derechos de la comunidad LGBTT cuando el senador Nieves sacó varios cortes de prensa de casos de pastores acusados por pedofilia.
Nieves quería demostrarle a los ponentes del momento, el pastor Miguel Cintrón, presidente de la Pastoral Unida a Favor de la Familia, y al pastor René Pereira, lo equivocado de sus planteamientos.
Entre los aplausos se escuchaba a los pastores protestar.
“Esto es una falta de respeto. No todos los pastores somos iguales. Usted atacó al Ministerio de este país”, decían. “También hay legisladores que son unos legisladrones”, añadieron en su defensa.
En el incidente, para sostener su punto de que no todas las personas son iguales, por lo que no se debía generalizar con el caso de los pastores acusados, uno de los ponentes le dijo a Nieves que estaba seguro de que había senadores homosexuales.
“¿Y usted no lo es?”, le preguntó el pastor a Nieves, quien contestó que no iba a entrar en eso.
De inmediato, se escuchó un “lo que se ve no se pregunta, como diría un cantante mexicano”, saliendo desde la mesa de los ponentes.
El senador les indicó que lo que intentaba era sacarlos de su error.
“Ustedes dicen que la pedofilia es lo mismo que la homosexualidad y eso no es cierto. Lo que estoy demostrando son cuatro pequeños casos de pedofilia”, argumentó Nieves.
Ya con los ánimos calmados. Al terminar la ponencia, los pastores y el senador se expresaron respeto mutuo.
Asimismo, más temprano en el día el abogado y diácono de la Iglesia Católica, Ramón Guzmán, declaró que la Conferencia Episcopal Puertorriqueña no avala el Proyecto 238.
“En aras de eliminar la discriminación es importante no poner en riesgo instituciones como la familia, el matrimonio porque son instituciones fundacionales de la humanidad. También es importante que no se establezcan identidades sexuales distintas a las del orden natural porque el resultado puede ser la misma indefinición de la persona”, dijo Guzmán.
El presidente del Senado, Eduardo Bhatia, cuestionó a Guzmán sobre si la Iglesia creía en la igualdad y el respeto de los derechos. A lo que Guzmán contestó que sí.
Entonces, Bhatia le cuestionó que cómo eso era posible y no apoyar el proyecto que lo que busca es precisamente extender unas protecciones legales a un grupo actualmente excluido.
“Por entrar en la doctrina y el dogma nos hemos separado de la justicia social”, se lamentó Bhatia.
El Colegio de Abogados, la sección de Discrimen por Orientación Sexual e Identidad de Género de la Clínica de Asistencia Legal de la Universidad de Puerto Rico, el Colegio de Médicos Cirujanos, Fundación de los Derechos Humanos, Profamilia, Centro Comunitario LGBTT, Proyecto Matria, Comité contra la homofobia, El Departamento de Justicia, Transexuales para todos y la Asociación de Psicología de Puerto Rico, se expresaron a favor del proyecto.
Algunos sometieron enmiendas para que se incluya las definiciones de orientación sexual y de identidad de género. También sugirieron que se agregue la frase “identidad sexual real o percibida”.
Grupos religiosos como la Conferencia Episcopal Puertoriqueña, la Pastoral Unida en Favor de la Familia y Puerto Rico por la Familia, se expresaron en contra de la medida.