No se trata de moda, ni de un intento deliberado por cambiar su imagen. Tampoco responde al cumplimiento de alguna promesa religiosa, ni significa que le falte el tiempo para afeitarse. Lo que movió al gobernador Alejandro García Padilla a lucir recientemente una incipiente barba fue una petición de su hijo Juan Pablo.

El segundo de los vástagos del primer ejecutivo simplemente tenía curiosidad de ver a su padre lucir una barba, y le pidió que se la dejara crecer, explicó el secretario de Asuntos Públicos de La Fortaleza, Jorge Colberg Toro.

"No es una promesa ni un nuevo 'look', simplemente fue que su hijo se lo pidió, y él lo complació", dijo Colberg Toro a este medio.

Añadió que la barba no será un cambio permanente para el gobernador, sino que la exhibirá solo por "par de días".

García Padilla debutó su nueva imagen el martes en su última comparecencia pública. Su inusual estilo levantó algunas conjeturas, pues a lo largo de los años, en sus apariciones, siempre se le ha visto afeitado y acicalado.