Los ex integrantes de la Congregación Mita volvieron a la carga ayer contra el representante Luis Raúl Torres, y solicitaron una reconsideración de la determinación de la Comisión de Ética de desestimar la querella que radicaron contra el legislador popular.

Los querellantes radicaron también una moción reiterando la solicitud de que el portavoz de la minoría, Héctor Ferrer, se inhiba del proceso; reclamaron una vista evidenciaria y solicitaron la comparecencia del representante Jaime Perelló.

Alegan que la Comisión les privó del debido proceso de ley, violentó su propio reglamento y actuó de forma arbitraria.

Afirmaron que las quejas de Torres sobre una persecución por sus convicciones religiosas son una “bola de humo”, indicando que en el grupo hay tres feligreses regulares de la Iglesia de Dios Mission Board, de Dorado; cuatro, incluyendo una pareja del mismo sexo, que se consideran cristianos no afiliados, tres que se siguen considerando parte de la comunidad Mita, y solamente uno que se define a sí mismo como agnóstico al presente, a pesar de haber sido criado en la fe Mita.

En la moción incluyeron extractos de declaraciones juradas de Ruth Ortiz González, quien alega que, para el otoño de 1994, era “pretendida sentimentalmente por Torres, antes de haber contraído nupcias con el representante Perelló”.

Al presente, Ortiz González ya no es la esposa del representante Jaime Perelló.

Según los querellantes, la testigo sostiene que desde 1994 Torres sabía que el líder Mita (Aarón) tenía hijos fuera de matrimonio. Alegan que, en la declaración jurada, la testigo describe cómo se utilizaba la Oficina de Orientación de la Congregación como comité de campaña, y que los fieles se sentían coaccionados a votar por Torres.