Estudiantes tomarán la calle
El recinto de Río Piedras aprobó ayer en Asamblea General un paro de 48 horas, vigente hasta mañana.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Gritos, alborotos e interrupciones con panderos y consignas salpicaron la larga jornada de la asamblea estudiantil en el Teatro de la Universidad, donde poco después de las 5:20 p.m. se aprobó el paro, tras varias horas de discusiones y negociaciones en las que participaron unos 4,365 estudiantes. Cabe destacar que el quorum requerido era de tan solo 1,627 alumnos.
Al cierre de esta edición, también se votó a favor de que los guardias de seguridad pudieran rotar de turno sin que se afectara el paro. Además, se notificaría al Decanato de Estudiantes si todavía había clases en curso, para garantizar la seguridad de maestros y estudiantes.
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Durante una jornada que duró más de nueve horas, los participantes de la Asamblea General tuvieron que ser distribuidos entre el teatro y 10 anfiteatros del recinto riopedrense por falta de cupo. Las puertas del teatro se mantenían custodiadas por ujieres y no se le permitía a la gente volver a entrar una vez salían de la instalación.
“Al gobernador (Ricardo Rosselló) se le ha pedido repetidas veces que se siente a negociar. Con el cierre de ocho de nuestros recintos no se llega a un recorte de $300 millones”, resaltó la presidenta del Consejo de Estudiantes del Recinto, Wilmarí De Jesús. “Yo invito al gobernador a dialogar y rechazamos que no seamos conscientes de la situación que está pasando el país”, añadió.
Los $300 millones que sugiere como recorte la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) dejaría sin cabeza al principal centro docente del país, que ya no aguanta un recorte más. De hecho, la presidenta interina de la UPR, la doctora Nívea Fernández, había abogado desde el martes porque se diera un diálogo que evite el cierre de la institución.
Sin embargo, luego de la larga asamblea y que los ánimos se caldearan en ocasiones, bastó con que una estudiante de la Escuela de Comunicaciones expresara su sentir para que se prendiera la mecha de la indignación y se decretara el paro.
Ámbar Puig exigió una moratoria total de la deuda hasta que sea auditada por ciudadanos y que se encauce judicialmente a los responsables de la misma. “Nos negamos al aumento de matrícula ajustada a los ingresos (MAI) y estamos en contra de la eliminación de las exenciones de matrícula que forman parte del plan de recorte presupuestario”, enumeró Puig.
La joven se mostró a favor de construir una reforma universitaria “y rechazamos cualquier propuesta que se desarrolle tras batidores”, indicó.
Entre otros reclamos, rechazaron la eliminación de la carta circular del Departamento de Educación que planteaba una educación con perspectiva de género (que dominó la primera parte del cónclave) y rechazaron la Ley 66 que ya le recortó $100 millones a la UPR. “Por otro lado, exigimos la derogación de la Ley 20 y 22 del 2012 dado a que entendemos vergonzoso y detestable que sectores ricos de este país rindan cero contribuciones sobre ingreso”, reclamó.
Otro de los rechazos fue a la Reforma Laboral, el Empleador único y cualquier “medida antiobrera”.
“Convocamos y emplazamos al profesorado, a los empleados exentos y no docentes, a la administración universitaria, así como a las comunidades aledañas al recinto a unirse al estudiantado para la redacción y análisis de informes y propuestas durante este proceso de paralización”, resaltó Puig.
Por otra parte, la Hermandad de Empleados No Docentes (Heend) y su presidente, José Torres, se unieron a cualquier acción que decida tomar el sistema universitario para preservar su autonomía y recalcaron que participarán en la manifestación masiva de hoy en el lado norte del Capitolio. “No permitiremos la destrucción de la Universidad de Puerto Rico”, recalcó Torres ante aplausos.