Cuestionan la Parada Puertorriqueña de Nueva York
El año pasado, la parada recaudó un total de $460 mil, pero se gastó cerca de $620 mil en otras actividades relacionadas, lo que resultó en un déficit de $150 mil.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
PUBLICIDAD
Por años, la el Desfile Nacional Puertorriqueño en Nueva York ha sido una de las celebraciones étnicas más grandes y conocidas en Estados Unidos.
No obstante, el espectáculo mediático que reúne a cerca de 80 mil personas en la Quinta Avenida ha sido objeto de investigación. Así lo publicó el New York Times.
Eric T. Schneiderman, fiscal general del estado, actualmente investiga las transacciones financieras del desfile, y ha puesto en duda la manera en que los organizadores protegen la reputación de la actividad.
El año pasado, la parada recaudó un total de $460 mil, pero se gastó cerca de $620 mil en otras actividades relacionadas, lo que resultó en un déficit de $150 mil.
“Están tratando el desfile como su propia república bananera, indicó Gerson Borrero, columnista de El diario.
“Lo última cosa que pasa por sus mentes es la inculcación de nuestro orgullo. De hecho, nos han avergonzado”, agregó.
Al igual que Borrero, muchos puertorriqueños se han quejado de la espectacularización de la parada.
Opinan que el evento fomenta el mal comportamiento, lo que transmite una imagen negativa de los boricuas.
“Me duele cuando veo la parada”, dijo al periódico Idelfonso Rivera, un carpintero que de niño solía asistir con su padre para ver las carrozas.
“Ya no veo carrozas que representen nuestra cultura. Ahora las veo de Coors (cerveza). Es solo un gran comercial”, añadió el hombre de 57 años.
Tales críticas se intensificaron recientemente luego de que la cerveza Coors Light lanzara una lata con la bandera puertorriqueña en alusión a la parada, que este año está dedicada a la salud.
La compañía tuvo que dejar de distribuir el producto debido al furor que causó entre líderes puertorriqueños y organizadores del evento.
Madelyn Lugo, presidenta del desfile desde el 2006, defendió las prácticas de la organización indicando que los críticos están mal informados.
De acuerdo con Lugo, los patrocinios han ido disminuyendo, lo que hace más difícil cubrir los gastos del desfile, que incluyen varias actividades gratuitas.
“Estamos gastando lo necesario para poder hacer lo que necesitamos. Estamos devolviéndole a la comunidad”, dijo la presidenta al New York Times.
En año pasado se gastaron cerca de $103,875.00 en la radiodifusión, $43,232.00 en seguros, $ 9 mil en el sonido, música y luces, y $1,600.00 en baños portátiles.
Originalmente, el desfile nació por la necesidad de hacer visibles los logros de los puertorriqueños y de demostrar la fuerza de la comunidad, en señal de apoyo al resto de los latinos en EE.UU.
El primer desfile se celebró el 13 de abril de 1958 en “El Barrio”, pero posteriormente se trasladó a la Quinta Avenida.