Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Iniciar el día sin la voz insustituible de Benny Frankie Cerezo en la radio no va a ser tarea fácil en adelante. Han sido muchos años escuchándolo a diario, con su juicio honesto y directo, implacable a veces, sobre el diario vivir de la política puertorriqueña.
Nos empezó a abandonar desde hace unas semanas, cuando su salud se deterioró al punto de que su presencia en sus programas radiales (Voz Primera y Dialogando con Benny, en Radio Isla) se fue haciendo esporádica.
Hoy tampoco me levanté con su voz, sino con los alertas de Primera Hora y El Nuevo Día anunciando su fallecimiento. Duro despertar, sobre todo para un lunes, comienzo de semana.
Le conocí en 1973, recién salido de su escaño en la Cámara de Representantes, al que había sido elegido en 1968 gracias al sorpresivo triunfo de don Luis A. Ferré y el entonces novel Partido Nuevo Progresista, que ayudó a fundar y del que se fue distanciando a través de su vida hasta convertirse en una voz independiente que no dudaba en machacar hasta a sus ex correligionarios por sus posiciones y acciones políticas.
Amigo de periodistas más que de políticos, Benny era atrevido en el análisis, arriesgado en sus juicios, pero vertical y casi siempre certero. Hizo una buena elección cuando decidió contribuir al País dedicándose de lleno a su profesión de abogado y a la política desde el lado del pueblo, fuera del gobierno y de los partidos.
Siempre fue un duro crítico de las actuaciones que entendía erradas, o perjudiciales para el pueblo, sin importar si se trataba de populares, penepés, pipiolos o no afiliados. Su último gran objetivo fue el exgobernador Luis Fortuño, a quien no dudaba en llamar "el señor de las mentiras".
Leía esta mañana comentarios en Facebook sobre su deceso y me impresionó uno especialmente. Recordaba una buena amiga que Benny decía que este era un pueblo "aguantón" y que el mejor homenaje que podía hacerle su emisora de radio era mantener en los espacios que él había ocupado a personas con su misma verticalidad.
Al morir cuando aún tenía tanto que aportar a la discusión pública, la radio pierde a una de sus voces más firmes y honestas, si no la que más, pero el País pierde un gran puertorriqueño, aguadillano orgulloso, boricua hasta en la Luna.
Descanse en paz Benny Frankie Cerezo.
Periodista Residente en España
Hablemos claro