Alerta ante extinción de la boa puertorriqueña
Podría representar un problema de salud para la Isla.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
PUBLICIDAD
La boa puertorriqueña fue declarada en peligro de extinción desde el 1970 y aunque sobrevive aún en distintas áreas del país, su existencia sigue amenazada y con ello se mantiene latente un riesgo a la salud de los residentes de Puerto Rico.
La situación de este reptil y de otros similares en la región del Caribe y Latinoamérica es objeto de análisis en un evento que se desarrolla este fin de semana en la Universidad Interamericana, recinto de Arecibo y que reúne a científicos de toda la región.
Correspondió al científico y biólogo puertorriqueño, Alberto R. Puente-Rolón, presentar ante el cónclave la realidad de la boa puertorriqueña y el trabajo que se realiza para su preservación y para precisar su situación real.
“La importancia en términos de la conservación de la boa es levantar el conocimiento para que la especie se pueda mantener, porque las especies de boas son importantes, por ejemplo, para el control de ratones, para el control de plagas y evitan que hayan brotes de enfermedades”, explicó Puente-Rolón a este medio al concluir su primera presentación del evento.
“Si no existieran boas en el planeta, ¿quién se comería las ratas? No habría suficientes animales que depredarían los ratones y los ratones crecerían en términos poblacionales, se comerían los cultivos, causarían daño a la agricultura, son vectores de enfermedades y entonces las personas podrían enfermarse”, agregó al recalcar la importancia de este balance ecológico al que contribuyen las boas.
El científico puertorriqueño precisó que “la boa de Puerto Rico está declarada en peligro de extinción desde 1970. Todavía nos falta bastante información para poder decir si la especie está o no está en peligro de extinción, pero sí, ya estamos empezando a levantar información que nos permita establecer estrategias de manejo y educación”.
Puente-Rolón señaló como una de las tareas más importantes desarrollar una estrategia de educación a la población sobre esta amenaza.
“Necesitamos educar al público de que esta especie es importante para nosotros y, más que importante, es igual de puertorriqueña que nosotros”, sostuvo.
El expertó reiteró que su existencia es de vital importancia para el control de la población de ratas.
Las amenazas a la existencia de esta valiosa especie, agregó Puente-Rondón, son principalmente los humanos.
“Hay personas que matan una boa en Puerto Rico para extraer la grasa como medicina, lo que es totalmente incorrecto porque la grasa no tiene ninguna propiedad medicinal”, relató. “Hay gente que las mata por miedo, porque son símbolos del mal, porque la asocian con el demonio, y las queman o las cortan en pedazos”.
“Tenemos también la introducción de especies exóticas. Por ejemplo, los gatos en los bosques se comen a los bebés (de boas). La introducción de especies exóticas pueden provocar la desaparición de la boa puertorriqueña”, advirtió.
El biólogo afirmó que no hay que tenerle miedo ni hay razón para destruir estas serpientes.
“Nuestra especie de boa es una especie inofensiva, es tímida, generalmente responde a la presencia de los humanos buscando escapar. Si una serpiente te va a morder es porque no le diste otra opción. Su primera opción es tratar de escapar”, sostiene.
“Si encuentras una (boa) se puede llamar al Departamento de Recursos Naturales, que ellos la recogen y la llevan a un sitio protegido. A veces los municipios dan ese servicio también, o sino, simplemente hay que dejarlas. Si no está en un área que te moleste ella se va a ir. Ella lo que está ahí es dándote un servicio, llevándose todos los ratones que están cerca de tu casa. Después que ella termine de hacer eso, se va”, aseguró.
El evento de expertos en boas culminará el domingo en el área oeste, donde irán a tratar de ubicar algunas de las boas constrictoras que se han instalado allí.
En la reunión, explicó el anfitrión boricua, participan especialistas de boas y pitones de distintos lugares alrededor del mundo.
“Tenemos una buena cantidad de científicos que están trabajando activamente con serpientes, con boas específicamente en esta zona”, señaló.