Paisley, de Dakota del Sur, nació con el síndrome de Beckwith-Wiedemann, un trastorno que provoca que los órganos y el cuerpo tengan proporciones grandes, así como otros síntomas.

En este caso, la pequeña de 16 meses nació con su lengua el doble de grande que su boquita. "Su lengua estaba constantemente afuera, ella siempre estaba mordiéndola porque le cogía mucho espacio en su boca. Parecía que siempre estaba haciendo muecas", explicó Madison, madre de la menor, a Caters News Agency.

Los médicos estaban tan preocupados que el tamaño de su lengua terminara sofocándola cuando naciera, así que le colocaron un ventilador para asegurarse de que respirara correctamente. Asimismo, a sus seis meses de edad le cortaron dos pulgadas, pero no hubo mejoría. Es luego de su segunda cirugía que Paisley pudo finalmente cerrar su boca completamente.

Ahora, la bebé está en camino a decir sus primeras palabras. "Ella ni siquiera podía hacer sonidos para decir 'mama' y 'dada' por el tamaño de su lengua, así que esto se siente como un gran logro", dijo la madre de 21 años.

Paisley será monitoreada por los doctores cada tres meses, hasta que cumpla ocho años. Según los médicos, a esta edad las posibilidades de que la pequeña desarrolle tumores cancerosos causados por el síndrome disminuyen.