Una y otra vez, los estudios científicos han demostrado que la dieta que se consume en países mediterráneos como Grecia, España, Italia y Marruecos tiene numerosos beneficios para la salud.  Entre otras cosas, combate la fragilidad propia de la vejez, ayuda a prevenir la enfermedad de Alzheimer y hasta combate las afecciones pulmonarias. Pero, ¿alguna vez te han explicado el porqué de todos estos beneficios? Los investigadores del Kings College, conjuntamente con científicos de Estados Unidos de Londres creen haber encontrado la respuesta.

El grupo de estudiosos observó que las comidas que eran ricas en grasas no saturadas –como el aceite de oliva, las nueces y los aguacates–, además de los nitritos y nitratos que contienen la espinaca, el apio (“celery”) y las zanahorias, por ejemplo, al ser añadidos a la dieta diaria se convierten en ácidos grasos nitro y esa es la razón, según los investigadores, para mantenerse más saludable en los años maduros. Ello obedece al hecho de que, según se ha demostrado, los ácidos grasos nitro ayudan a bajar la presión arterial.

De otra parte, se ha comprobado que la hipertensión –frecuentemente asociada con obesidad y estrés– es uno de los males más comunes que aquejan a la población adulta. A su vez, la presión alta descontrolada puede provocar derrames, enfermedades cardiacas y un sinnúmero de trastornos cardiovasculares. Por ende, con solo normalizar la presión arterial se esquivan o, por lo menos, se mejoran un montón de condiciones de salud.

Para probar que, en efecto, los ácidos grasos nitro eran beneficiosos para la salud cardiaca, los investigadores tomaron un grupo de ratones que habían sido genéticamente alterados para que sus cuerpos fueran resistentes al epóxido de hidrolasa, una enzima que ayuda a bajar la presión arterial. Obviamente, cuando les midieron la presión arterial, dichos ratones estaban hipertensos. Debido a esto, cuando los alimentaron con una dieta mediterránea, la misma no tuvo ningún efecto sobre su presión arterial.

Eso dicho, cuando otro grupo de ratones que no habían sido genéticamente alterados fue alimentado con la dieta mediterránea, se comprobó que los ácidos grasos nitro redujeron la hipertensión con suma facilidad. De ello se desprende que, en efecto, los ácidos grasos nitro parecen ayudar a que el propio cuerpo combata la hipertensión y normalice su presión arterial.

“Es un mecanismo protector de la naturaleza”, dijo el profesor Philip Eaton, uno de los investigadores del estudio. Si podemos aprovecharlo, podríamos desarrollar mejores medicinas para tratar la hipertensión y evitar las enfermedades cardiacas”.

El estudio fue publicado por la Academia Nacional de Ciencias de Inglaterra con el respaldo de la Fundación Británica para la Salud. Como con toda investigación de esta naturaleza, se precisa de mayores experimentos, específicamente con humanos, para poder llegar a conclusiones definitivas.