Para llevar a cabo este estudio la universidad pidió voluntarios masculinos y femeninos de la Universidad de Ginebra en Suiza, para que observaran fotografías en blanco y negro de personas desconocidas para los participantes.

En la primera parte del estudio los participantes vieron fotos de parejas heterosexuales interactuando entre sí. En la segunda parte observaron imágenes individuales de personas del sexo opuesto que miraban directo a la cámara.

Se les pidió a los participantes que mirar cada una de los fotografías evaluaran de manera rápida si sentían amor o deseo sexual por esa persona. En esta acción los investigadores descubrieron que no hay una diferencia de tiempo en la identificación de las emociones, pero sí existe un patrón diferente en los movimientos de los ojos.

Cuando un participante sentía un deseo sexual por alguien, los ojos tendían a moverse desde la cara hasta el resto del cuerpo. Si la persona decía sentir amor su mirada se quedaba fija en la cara.

“Aunque poco se sabe actualmente sobre la ciencia del amor a primera vista o cómo la gente se enamora, estos patrones de respuesta proporcionan las primeras pistas sobre la forma automática de los procesos de atención, como la mirada, y cómo se puede diferenciar sentimientos de amor de los sentimientos de deseo hacia extraños”, explicó el autor principal del estudio, la neurocientífica Stephanie Cacioppo.

El neurocientífico, John Cacioppo, co-autor del estudio, explicó que el saber identificar a los patrones de los ojos que son específicos para el amor o la lujuria puede ayudar en el desarrollo de indicadores mensurables para saber si una persona está en una relación sentimental o no.

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