Nadie en la faz de la tierra puede decir que en algún momento de sus vidas no se han enojado. El molestarse o enojarse por algo es parte de la naturaleza del ser humano cuando hay algo con lo que no se está de acuerdo o simplemente no nos agrada. En ocasiones nos enojamos con razón y en otras ocasiones el enojo realmente viene sin razón alguna. Como dice el refrán: "Todo depende del cristal donde se vea".

Siendo el enojarse parte de la naturaleza humana, ¿qué es lo malo de enojarse? El enojarse se torna como algo perjudicial y que va en detrimento de la salud física, de la relación con otros y de la relación con uno mismo cuando toma proporciones altas. El manejo incorrecto del coraje puede llegar a la agresión física y al maltrato verbal. Cuando las personas alcanzan altos niveles de coraje tienden a maldecir, insultar o hablar en un tono de voz elevado que reflejan incomodidad o sentimientos extremos. Se pierde la capacidad de escuchar el punto de vista de la otra persona, se puede llegar a humillar, y por ende, lacerar las relación al punto de no poder llegar a recuperar lo que antes se tuvo con esa persona.

La pérdida del autocontrol lleva a la persona a pensar que su enojo es justificado y que la única forma de resolver el problema es a su forma o de ninguna otra manera. Esto quiere decir en otras palabras que la IRA hace que la persona pueda llegar a ser irracional y sin destrezas de introspección (verse / evaluarse a sí mismo).

Si usted reconoce que cuando se enoja puede ser una persona que no es la que realmente es consciente, la necesidad de tomarse un tiempo fuera cuando sienta que está perdiendo el control. Esto no significa que salga corriendo ni enfrente el problema, mejor sería decirle a la otra parte algo como "me siento muy enojado y necesito un espacio para pensar y analizar la situación, por favor dame media hora". Una vez este mas calmad@, busque hablar de forma tranquila y escuchar a la otra parte.

Recomendaciones para el manejo del coraje

-Esté consiente que enojarse no lo va a llevar a nada, permita sentir pero no permita que el coraje lo atrape el resto del día. La ira aunque tenga razones justificadas puede llevarlo a hacer o decir cosas que no están correctas.

-Abandone el pensamiento de que los demás hacen las cosas para molestarlo, que el mundo esta en su contra o que no lo apoyan. Esto solo abonará a su coraje, y el que no piensen o actúen igual que usted no es que estén en su contra, es que todos somos diferentes y debemos respetar los diferentes puntos de vista.

-Mantener la ecuanimidad puede evitar que una situaciones tenga un desenlace negativo o nefasto. Es normal que se ponga a la defensiva ante lo que infiere son críticas de otros. Escuche sin interrumpir, aclare sus dudas y exponga su punto de forma asertiva y no agresiva.

-No evada los problemas, busque alternativas. Si los evade resurgirán en algún momento. Si se trabajan se descubrirán mejores formas de atender el problema de volver a surgir.

La ira "saca lo feo en el ser humano", te arrebata lo mejor de ti. Si no quieres que esto te suceda trabaja con tu paz interior, con tener una perspectiva más equilibrada. La ira no solo te enferma, si no que llega el momento que distancia a las personas que más amas sin hablar de las repercusiones legales que podría llegar a tener esta pérdida de control.

Si desea coordinar una cita con la doctora Ingrid Marin Espiet, puede comunicarse al (787) 222-4999. Para consultas sobre este tema puede hacerlo por correo electrónico a imarinespiet@gmail.com.