El carisma y la voz de Miguel Rafael Martos -mejor conocido en el mundo del espectáculo como Raphael – están intactas. Nadie diría que el español ya tiene 71 años y medio siglo de trayectoria pues su vitalidad y presencia escénica están más vivas que nunca.

Así lo demostró esta noche “El Divo de Linares” a su regreso al escenario del Coliseo de Puerto Rico, en San Juan, donde presentó su espectáculo Mi gran noche, nombre que también da título a su más reciente producción discográfica. El show formó parte de una gira internacional llamada también Mi gran noche, mediante la cual vuelve a reencontrarse con el público americano en un prolongado viaje que repasa su trayectoria musical.

Los grandes cantantes no necesitan adornos a su alrededor así que, la estrella española, apostó esencialmente a su voz para conquistar al público puertorriqueño y ello fue más que suficiente.

Yo soy aquel, quien ha grabado más de 50 millones de discos en toda su carrera, conquistó a la audiencia con su característico dramatismo sobre el escenario logrando despertar intensas pasiones entre la multitud, en su mayoría femenina-adulta.

“Un placer, eso es lo que es para mí estar aquí… Después de tantas veces que he venido a Puerto Rico y las que pienso seguir viniendo”, fueron las primeras palabras del cantante en el espectáculo después de interpretar las primeras siete canciones del mismo.

Demostrando sus kilates como cantante, “El Ruiseñor de Linares” entonó impecablemente 40 éxitos de su trayectoria en un maratónico espectáculo de aproximadamente tres horas en el que dejó su corazón y garganta sobre el escenario.

Como todo un veterano, Raphael logró mantener el tempo y la consistencia de un largo concierto como pocos en estos tiempos. Acompañado de cinco músicos, el vocalista, muy sabiamente, evitó los largos discursos de manera que el espectáculo fluyera cómoda y rápidamente.

El vocalista conjugó su potente voz con sus marcados movimientos y pasos en tarima transportando a los presentes a su época dorada.

Durante el primer segmento del espectáculo interpretó su clásico Yo sigo siendo aquel ganándose una ovación del público. En ese momento se encendieron las luces del Coliseo de manera que el artista majo pudiera ver a su audiencia que llenó la modalidad teatro de ese recinto. Sin embargo fue durante la interpretación de Gracias a la vida, cuando más el cantante se emocionó y el público volvió a ovacionarlo, esta vez por un tiempo más prolongado.

La parte más intensa de la presentación se dio durante el último segmento del mismo particularmente bajo los acordes de En carne viva, Escándalo y Como yo te amo, tema con el que clausuró magistralmente el concierto.

Lo que cantó

Intro: Yo soy aquel

Si ha de ser así

La noche

Provocación

Se fue

Amantes

Despertar al amor

Digan lo que digan

Se me va

Hoy mejor que mañana

La canción del trabajo

Será mejor

Yo sigo siendo aquel

Y toco madera

Cinco estrellas

Eso que llaman amor

Gracias a la vida

Cuando llora mi guitarra

Un día más

Hablemos del amor

Estuve enamorado

Cuando tú no estás

Desde aquel día

Detenedla ya

No puedo arrancarte de mí

Maravilloso corazón

Volveré a nacer

Y fuimos dos

Adoro

En esta tarde gris

Nostalgias

Dile que vuelva

En carne viva

Escándalo

Ámame

Qué sabe nadie

Balada triste de trompeta

Yo soy aquel

Como yo te amo