El origen de la música sacra
Aunque la música sagrada ha ido evolucionando, su propósito sigue siendo el mismo: “acercar el corazón a Dios”.
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Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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“Quien canta, ora dos veces”.
Esta célebre frase que se le atribuye a San Agustín, bien recoge el significado de la música sagrada, cuyos orígenes se remontan a la Edad Media con el surgimiento de los cantos gregorianos, vocalizados por los monjes en las Iglesias y abadías, como parte de los ritos de la Iglesia Católica.
Hoy, aunque la música sagrada ha ido evolucionando, su propósito sigue siendo el mismo: “acercar el corazón a Dios”.
“Durante el Imperio Romano (24ac - 476dc), los cristianos fueron perseguidos por un tiempo, pero luego el cristianismo se erigió como la religión oficial y el Papa Gregorio I decidió incluir cantos en la Iglesia que tomaron el nombre de Cantos Gregorianos, aunque él nunca compuso uno”, relató la doctora Julissa Ossorio Bermúdez, profesora de Música Popular, de la Universidad Interamericana.
El Papa Gregorio I instruyó a que los cánticos se cantaran de la manera más sencilla posible, agregó la profesora.
“Los cantos gregorianos son en latín, el idioma de la Iglesia. Eran melodías. Lo primero fue incluir música solo vocal. Nada de instrumentos. No hay demasiados saltos en las notas, ni disonancias. Lo que se quería es que de alguna manera creara el ambiente propicio para preparar esos corazones para orar”, dijo Ossorio Bermúdez.
Lo que se decía en los cánticos, indicó, eran versos bíblicos. Algunos monjes le ponían letras, pero no se firmaba la autoría, porque “le robaba la Gloria a Dios.”
“No se escribían partituras. Todo lo pasado fue por tradición oral. El canto gregoriano es música sacra y es la voz oficial de la iglesia. Era un canto al unísono. No habían voces”, recalcó.
¿Podríamos decir mono tono (monótono)?
Los estudiantes me lo describen como monótono; algunos dicen que les da miedo y otros que es tenebroso.
Ossorio Bermúdez relató que más tarde comenzó a complicarse, en el buen sentido, variándose su estructura, jugando con el ritmo. Dividen las voces de los caballeros, en dos y surge la armonía, con dos o tres líneas melódicas.
¿Y al día de hoy sigue siendo cantado solo por hombres? ¿No hay mujeres?
Podría ser. Hay coros de universidades que se han dedicado a cultivar la música antigua. No sé si hay coros de mujeres como tal.
“Ya para el periodo barroco, empiezan a añadirle instrumentos hasta que llega la música sagrada como la conocemos hoy. Todas estas transiciones tomaron mucho tiempo”, acotó.
Con el surgimiento de la Iglesia Protestante, liderada por Martín Lutero, en el siglo XVI, en Alemania, el monje instó a los fieles a cantar, inclusive poniéndole la letra a melodías de la calle, relató Ossorio Bermúdez.
Los primeromeros teólogos, como San Agustín, escribieron sobre el efecto de la música en la gente. Hay múltiples alusiones a la música y al canto en la Biblia.
¿Se distancia mucho la música sacra de hoy?
Se distancia mucho en su estilo. Si va al Vaticano va a encontrar cantos gregorianos y hay muchos lugares donde se les enseña a los estudiantes desde niños.
“Al día de hoy ha cambiado su estilo, se usan instrumentos y se manifiesta en diversos géneros, como el rock, la bomba y la plena. En el propósito no ha cambiado, que es acercar el corazón a Dios. Preparar ese corazón para el mensaje de Dios”, dijo.
La música, agregó, es un constructo humano y hoy son estos géneros, pero de aquí a 30 años habrá otros géneros musicales. El propósito será el mismo: acercarse a Dios.